16 diciembre 2014

COP 20. NO HAY NADA QUE CELEBRAR

Luego de dos semanas de negociaciones la COP20 realizada en Lima sobre el cambio climático no logró el objetivo propuesto de concluir un documento borrador para ser aprobado en la COP21 de Paris el 2015. La declaración final presentada por la presidencia peruana ha permitido, efectivamente, evitar un fracaso como el ocurrido en la COP15 de Copenhague, pero esta declaración de compromisos vagos que a gusto de todas las partes, no debe de ninguna manera ser presentada como un resultado exitoso. Como ha advertido el panel de científicos del Grupo de Expertos Intergubernamentales sobre la Evolución del Clima, GIEC, seguimos caminando al borde del abismo con el posible escenario de alcanzar temperaturas promedio globales por encima de los 2ºC de aumento, lo que traería consecuencias catastróficas e irreversibles para todas las formas de vida en nuestro planeta.
No hay pues tiempo para triunfalismos chauvinistas, porque el camino que nos queda por recorrer de aquí en adelante hacia la COP21 de Paris, está sembrado de grandes dificultades e interrogantes que la reunión de Lima no ha permitido despejar. Las diferencias subsisten entre los países desarrollados y los países emergentes y en desarrollo, sobre cómo establecer los compromisos nacionales de mitigación, adaptación y las responsabilidades financieras con los países pobres más afectados, manteniendo el principio del Protocolo de Kioto de responsabilidades comunes pero diferenciadas entre los países.  

El Perú tiene la enorme responsabilidad de presidir estas negociaciones que se llevarán a cabo a lo largo del próximo año, y lo que debemos preguntarnos es cómo reforzar la autoridad de nuestro país como un facilitador serio, constructivo y responsable de este complejo y difícil proceso de negociaciones, para que la COP21 de Paris pueda finalmente aprobar un nuevo Protocolo vinculante para reducir lo más rápidamente posible, las emisiones de gases con efecto invernadero.

Y es ahí donde nos asalta la duda, y donde no vemos muchas razones para el optimismo sobre la capacidad facilitadora de la presidencia peruana. En los temas de la agenda interna sobre nuestras responsabilidades ante el cambio climático, hemos podido constatar que un sector del empresariado nacional sigue en una posición negacionista del problema. No solo lanzó una maliciosa campaña en contra del Ministro del Medio Ambiente en días previos a la inauguración de la COP20, sino que además obtuvo del gobierno, dentro del paquete de medidas reactivadoras, un desmontaje de las tímidas salvaguardas ambientales que existían en nuestro país. Por estas incongruencias la organización Climate Action Network (CAN) premió a nuestro país con el “Fósil del día” durante la Cumbre.

Mientras subsista esta política depredadora frente al medio ambiente, mientras no exista un plan nacional de mitigación y adaptación con objetivos ambiciosos verificables que incluyan a nuestras comunidades nativas y al resto de la sociedad civil, las inconsecuencias de nuestro país seguirán siendo un obstáculo para que podamos cumplir el rol de un facilitador creíble en las negociaciones hacia la COP Paris 2015.  

A este comportamiento contradictorio en nuestras responsabilidades nacionales, se suma el pésimo manejo de la agenda externa. En los debates de la COP20 de Lima quedó evidenciado que el Perú no tiene definido en que espacio negociador posicionarse, siendo miembro al mismo tiempo del G77 + China y el  AILAC creado en Durban. Se anunció previamente  a la COP20 de Lima, que saldría una declaración conjunta de los países latinoamericanos en apoyo a la presidencia peruana, y apareció sorpresivamente la Alianza del Pacífico, un grupo que no juega ningún rol en las negociaciones sobre cambio climático, evidenciando que la agenda comercial de los TLCs prima sobre una estrategia propia para tratar la agenda medioambiental a nivel internacional. La Alianza del Pacífico hizo el ridículo, no sólo al proponer separadamente colaboraciones al Fondo Verde, cuando había en curso la posibilidad de una posición común de todos los países de la región, sino que además Chile se alineó en las negociaciones finales con el grupo LMDC (LikeMindedGroup of DevelopingCountries) junto con Argentina, Ecuador y Venezuela.

El Perú tiene que definir un posicionamiento claro junto a los países de la región y demás países en desarrollo que buscan acuerdos ambiciosos  y vinculantes en Paris 2015.   Si queremos evitar los escenarios catastróficos que nos anuncia el grupo de científicos del GIEC debemos trabajar en varios frentes desde la sociedad civil para exigirle al gobierno peruano más coherencia y responsabilidad en el manejo de la agenda medio ambiental interna y externa. De lo contrario la presidencia peruana en este proceso de negociaciones seguirá marcada por sus contradicciones e incoherencias y no nos garantiza que alcancemos un nuevo Protocolo vinculante en la COP21 de Paris.
Por José F. Cornejo
Otra Mirada

10 diciembre 2014

LA COP 20 Y NUESTRA REALIDAD FORESTAL

La COP 20 (Vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) y la CMP 10 (Conferencia de Partes Firmantes del Protocolo de Kioto) se están realizando en nuestra capital entre el 1 y 12 de diciembre, con representantes de 194 países, para tomar acuerdos que serán vistos en la reunión de Paris del 2015 donde se decidirá el acuerdo climático global.

Considerando que la protección de los bosques amazónicos es tema esencial y preponderante en estas cumbres, existe una gran incongruencia que nuestro país, como organizador, no tenga una Ley Forestal consensuada que presentar, menos aún, una estrategia nacional de bosques ni de cambio climático.

En el marco de la COP 20 hemos reconocido (a través del coordinador del programa de conservación de bosques del gobierno, Gustavo Suárez de Freitas) un complicado escenario por una creciente deforestación de nuestros bosques con nivel histórico de más de 7 millones de hectáreas destruidas, alcanzando los últimos 13 años niveles máximos con promedios anuales de deforestación desde 80,000 hectáreas el 2001 hasta 145,000 el 2013 (para la FAO es mayor la destrucción: 9.2 millones de hectáreas deforestadas a un promedio anual de 260,000).

Desde julio de 2001 en que la Ley Forestal y de Fauna Silvestre 27308 entró en vigencia nuestra convicción y gestión forestal ha sido muy escasa, con procesos casi paralizados en planificación, investigación, mejoras técnicas, y con falta de supervisión, control, recursos y potencial. Después de 10 años (julio 2011) se promulgó una nueva Ley 29763 consensuada, pero increíblemente hasta la fecha no entra en vigencia por no tener reglamento, cuyo plazo prioritario de elaboración (RM 0048-2012-AG) venció hace 2 años y medio (julio 2012).

Bajo este panorama 80% de nuestros bosques están en emergencia por acciones extractivas e informales (tala ilegal, cambio de suelo, narcotráfico, minería ilegal, etc.) debido principalmente a debilidad institucional, desorden, corrupción, informalidad y falta de supervisión y control (solo unos 100 efectivos controlan y salvaguardan nuestros 70 millones de hectáreas de bosques a pesar que se requieren más de 3,000).

Esta situación está ocasionando la liberación de grandes volúmenes de gases de efecto invernadero en la atmósfera que alteran irremediablemente los regímenes climáticos y de lluvia a escala continental, lo cual representa nuestra mayor falla en el cumplimiento del Protocolo de Kioto.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 6 de diciembre de 2014

28 noviembre 2014

LA POLÍTICA DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Con la COP 20 Lima será en los próximos días escenario de una nueva pugna política mundial. En esta reunión se hará una pulseada previa para ver a qué acuerdos se pueda llegar en la COP a realizarse el próximo año en París, Francia.

Si algún tema expresa como ningún otro el juego de poder en el mundo es el del cambio climático. Para la foto todos están de acuerdo – grandes potencias, países en desarrollo y sociedad civil – pero a la hora de pasar a compromisos concretos vienen los problemas. Las grandes potencias, donde curiosamente se originan los desastres en discusión y se han hecho los principales estudios sobre el cambio climático, son las más reticentes a compromisos concretos. Sin embargo, algunos países europeos han desarrollado una posición más abierta como es el caso de Noruega y sus ayudas financieras. Por otra parte, aunque bajo mucha presión, gigantes industriales como Estados Unidos y China se han comprometido a metas importantes pero para dentro de diez y quince años respectivamente.

En el caso de los países en desarrollo la situación no es muy distinta. Un grupo, los que creen estar más cerca de convertirse en desarrollados, nos referimos a los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), son reticentes a compromisos mayores que dicen deberían ser adoptados por los países más ricos. Mientras tanto, los que venimos detrás, con diferencias también, solemos caracterizarnos por una retórica ampulosa, no solo a nivel de política general sino de políticas públicas, pero con escaso efecto práctico. El ejemplo concreto entre estos últimos es el de nuestro país que proclama estar comprometido con el tema y hospeda la presente COP 20, pero a la vez da “paquetazos” contra el medio ambiente como una forma de reactivar nuestro alicaído crecimiento.

En el fondo está la relación entre cambio climático y modelo económico. Es difícil una lucha eficaz contra este fenómeno en las condiciones de capitalismo salvaje, reticente a regulación alguna, que es hegemónico actualmente en el planeta. Es cierto que las responsabilidades no son las mismas para cada grupo de países, pero solo será posible una lucha eficiente si es que se desarrolla a nivel global y si la misma va de la mano con una forma de crecer, en términos económicos, distinta de la actual, que privilegie el derecho a un ambiente sano como un derecho ciudadano.

 En esta perspectiva, distintas organizaciones de la sociedad civil global han cumplido un papel movilizador y orientador de primer orden en los últimos años que se expresa en buena medida en la denominada “Cumbre de los pueblos”. Ellas deberían exigir y acompañar a los estados, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, a asumir su papel frente a este tema del cambio climático en el que se juega la vida humana. De igual forma a nivel nacional, no solo las ONG sino también las organizaciones sociales –sindicatos, comunidades y pueblos originarios- tienen el deber de influenciar, denunciando y presentando alternativas para reconducir la grave situación por la que atraviesa el Perú.

Esta convicción, de que la lucha contra el Cambio Climático es una tarea de todos, es la que debe presidir nuestra acción.
Otra Mirada

19 noviembre 2014

AGROEXPORTACIONES SE INCREMENTARÁN EN US$1000 MILLONES

La entrada en operación del proyecto de irrigación Olmos, en la región Lambayeque, incrementará las agroexportaciones del país en 1,000 millones de dólares en los próximos años, proyectó el titular del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Juan Manuel Benites.
Ello en referencia a la inauguración de este proyecto, que se realizará el próximo martes 18 y que contará con la asistencia del presidente Ollanta Humala en compañía del Gabinete Ministerial.
“Ya hay tierras vendidas en donde se sembrarán paltas, quinua, caña de azúcar, entre otros cultivos; es decir, este proyecto será un boom agrícola.”

Explicó que el martes 18 se abrirá la bocatoma para que los canales empiecen a irrigar las 38,000 hectáreas nuevas del proyecto y las 5,500 antiguas, lo que hará un total de 43,500 hectáreas óptimas para el sembrío.

Operación
“Se hicieron los trabajos previos y se cuenta con cultivos que lo único que esperan es la llegada del agua”, refirió.Benites  dijo que Olmos permitirá la creación de 40,000 puestos de trabajo directos y 200,000 indirectos, y la construcción de un parque industrial que estará conectado con el puerto de Paita, en Piura.

Resaltó que su portafolio trabaja de la mano con el empresariado a fin de acelerar los permisos respectivos, lo cual posibilitará que se pueda sembrar en el 70% del proyecto.“Esto permitirá la optimización máxima del agua”, declaró el funcionario.
Pleno empleo
El ministro Benites sostuvo que el actual régimen laboral agrario ha logrado pleno empleo en importantes zonas agrícolas, como Ica, La Libertad y en general en el norte del país, con lo cual rechazó los intentos legislativos de derogarlo.

Asimismo, el titular del Minagri manifestó su deseo de que este régimen se profundice y se use como ejemplo en otros sectores económicos que tengan realidades similares a la actividad agrícola.
DIARIO OFICIAL "EL PERUANO"

28 octubre 2014

COP 20: UNA CUMBRE SIN ECO

En diciembre de este año, entre el 1º y el 12 para ser exactos, se llevará a cabo en Lima la COP20, cumbre climática que se realiza anualmente en diversos países con el objetivo de examinar la aplicación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que busca, sobre todo, reducir las concentraciones de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera. Además, se realiza en este espacio un seguimiento a las negociaciones entre los países y los nuevos compromisos asumidos con dicho propósito.
Se trata de una conferencia importante y que tiene repercusión mundial. Por ello, ser la sede de la misma implica además de una responsabilidad significativa, una oportunidad para liderar esta lucha por el medio ambiente, tomando en cuenta que somos uno de los países más afectados debido a la enorme biodiversidad con la que contamos en nuestro territorio. Sin embargo, ante el reto la respuesta del gobierno ha sido tibia y, en ocasiones, contraproducente.

No obstante, diversas organizaciones de la sociedad civil buscan repercusión aprovechando el espacio y nos sumamos a la iniciativa. El día lunes se publicó un comunicado con las exigencias de la Sociedad Civil al Gobierno Peruano de cara a la COP20. En el plano de las negociaciones internacionales exigen informar en los plazos establecidos por la posición del Estado peruano en el marco de las negociaciones para la elaboración de un borrador de Acuerdo Climático Global que servirá de documento base para su debate y aprobación en la COP21 (París 2015). Además, solicitan la presentación de un avance en relación con los compromisos voluntarios de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero asumidos en el año 2009.

En el plano de la agenda ambiental interna solicitan la información sobre el estado actual de la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático, tal vez uno de los temas más relevantes ya que el gobierno estableció el 23 de julio un plazo de 20 días para hacerla. Asimismo, se solicita un informe sobre las propuestas y observaciones que presentaron las organizaciones de la sociedad civil respecto a la misma. Finalmente, se solicita formalmente que se instale la Comisión Nacional de Cambio Climático.

La política gubernamental desde hace, cuando menos dos décadas, no sólo ha desperdiciado la oportunidad de hacer de la agenda medioambiental una prioridad, sino que han evadido un tema de relevancia internacional. Además, la recurrente desregulación como respuesta a cualquier problema hace que por un lado la responsabilidad estatal sea cada vez menos significativa y, por otro, que se atente contra los derechos ciudadanos. Recordemos que la mayor cantidad de conflictos sociales durante los últimos años tiene motivos socioambientales ya que no se hace la consulta previa a los pobladores involucrados en los territorios indígenas, pero tampoco se considera el impacto que las actividades extractivas causen en los espacios en que se desarrollen.

La COP20 es una buena oportunidad para hacerle notar, al gobierno y a los grandes intereses empresariales que aplauden paquetazos como el arriba mencionado, que existe una preocupación generalizada sobre nuestro entorno y que no estamos dispuestos a evadir, como ellos, una agenda que nos afecta y afectará a todos y todas.
Otra Mirada

22 octubre 2014

AGRO NACIONAL: VEJEZ SIN FUTURO

El futuro de los peruanos es cada día más incierto, pues la gran mayoría no cuenta con una pensión digna para vivir, esta realidad se convierte en tragedia si hablamos de los trabajadores agropecuarios. Hoy, el 90% de los trabajadores agropecuarios vive sin seguro de pensiones. Sin embargo, los esfuerzos del Ejecutivo se centran principalmente en la agroexportación dejando de lado al agro nacional, cuyos limitados excedentes no permite generar algún ahorro. ¿Quién protege el futuro de los trabajadores agropecuarios?
Según un artículo de La revista AGRARIA, la población económicamente activa ocu­pada (PEA ocupada u ocupados) en el Perú alcanza las 15’683,616 personas, de las cuales el porcentaje mayor trabaja en actividades agrope­cuarias (3’759,261). Sin embargo, en esta rama, solo 389,716 trabajadores (10% del sector agropecuario) declaran aportar a algún sistema de pensiones. Así, mientras la minería, que genera menores puestos de trabajo en comparación con el agro, es la actividad con mayor tasa de protección social, los trabajadores agropecuarios son la última rueda del coche.

PEA ocupada según rama de actividad y afiliación al sistema de pensiones, 2013

Fuente: Cepes
Si tomamos la situación por edades las cosas tampoco pinta bien. En el sector agropecuario, el 74% de los ocupados se concentra en edades inter­medias (18 a 64 años), el 10% son menores de edad (14 a 17 años) y el 16% adultos mayores (60 a más). Los ocupados del rango de edad «65 a más» en el sector agropecuario representan el 10%; es decir, son más de 241 mil hombres y 172 mil mujeres los que, en este sector, aun contando con la edad de jubilación, continúan trabajando en la actividad. En conclusión, la mayoría de la población dedicada al agro es adulta y con importante participación de adultos mayores, incluso mucho más que en otras actividades de la economía. Esta situación, sumada a la bajísima tasa de afiliación, convierte al sector agropecuario en el sector más desprotegido del país.

En tanto, por categoría ocupacional, se observa que la afiliación de los asala­riados agropecuarios (empleados y obreros) en la costa es claramente mayor que en la sierra y la selva: el 6% de los empleados de la costa no aportan y 59% en el caso de los obreros. Resulta evidente que la con­centración de empresas agroindustriales, agroexportadoras, predios de gran tama­ño, y la mayor capitalización, juegan un rol crucial en este mayor aporte de la costa.

Dado que la actividad agropecuaria es fundamental para el desarrollo de la soberanía alimentaria en el país, resulta urgente resolver el problema de la se­guridad social de un sector caracterizado por ingresos bajos, poca conectividad, gran proporción de trabajadores adultos y adultos mayores, y escasa presencia de trabajo asalariado —sobre todo, en la sierra y la selva. La afiliación a un sistema de pensiones en favor de los trabajadores agropecuarios es un gran desafío que el presente y los futuros gobiernos deben afrontar.
Otra Mirada

20 octubre 2014

"LAS CIUDADES LATINOAMERICANAS NO SON SOSTENIBLES"

El Director de ONU-Habitat para América Latina y el Caribe, Elkin Velásquez, ha asegurado que si las ciudades de América Latina siguen siendo así de "insuficientes" y "segregadas", no serán sostenibles en un futuro.
Foto: Europa Press
En este sentido, Velásquez ha señalado que las comunidades más pobres de las ciudades latinoamericanas han estado "segregadas" desde que se urbanizó el continente, por lo que "ese modelo expandido en suelo barato no es sostenible".

Además, estas ciudades que están segregadas, ha comentado, crearon "condiciones propicias para que se diera el problema de la inseguridad" porque las separaciones de viviendas edificadas "construyen muchas inseguridades".

La segregación e inseguridad también se fomentan por la propia estructuración de los barrios, en donde "algunos carecen de vida a partir de las seis de la tarde" -barrios dedicados a la industria y al comercio-, y otros son únicamente residenciales.

El Director ha indicado que estos problemas han sido generados por el modelo de urbanización de las ciudades de Latinoamérica, una región que se urbanizó "en las últimas décadas" y que, "según los técnicos", pasó la transición urbana en los años setenta, alcanzando "el 75 por ciento de urbanización" hoy en día.

Otros continentes como África presentan una expansión mayor y suficiente para hacer un desarrollo urbanístico (sólo un 30 por ciento está urbanizado), o Asia, en donde el 50 por ciento del espacio está urbanizado.

Sin embargo, Velásquez ha comentado que en América Latina se pueden "revitalizar, rehabilitar y reinventar" las ciudades para favorecer su desarrollo sostenible.

Para ello, ha apuntado, se necesitan tres condiciones: el "liderazgo político", la inclusión de la participación ciudadana y no hacerlo "sólo de manera tecnocrática, sino con la comunidad" y, por último, la necesidad de los "recursos apropiados" para "reorientar" las ciudades.

La buena noticia, ha explicado Velásquez, es que "hay buenas experiencias en América Latina" que certifican que esto es posible, como por ejemplo Santiago de Chile -donde la alcaldesa está revitalizando el centro de la ciudad-, Sao Paulo o Curitiba.

Estas ciudades "han mezclado el uso de los suelos" para que haya dinamismo y se recupere la vida en los espacios públicos, y han desarrollado un esquema que facilita la "mezcla de las clases sociales" porque en América Latina "hay mucha segregación social" y hay que "revitalizar esto, mezclarlo", detalló.

Para pagar estas inversiones de desarrollo y utilizar "estas buenas experiencias", Velásquez ha aclarado que hay que tener "conversaciones" con la Banca de Desarrollo, pero ha hecho hincapié en que, si se realizan estas modificaciones a las ciudades, "se les puede agregar valor", por lo que es posible construir una "economía de aglomeración".

De este modo, para que en América Latina haya un nuevo modelo de "redesarrollo urbano", hay que ver si "hay articulación entre los gobiernos y las comunidades sociales" y tratar de "dibujar e imaginar muy bien cada una de las ciudades", recalcó.

Para finalizar, Elkin Velásquez ha afirmado que el modelo ideal de urbanismo sostenible es una ciudad "incluyente, compacta y no segregada".
Notimérica.com

15 octubre 2014

NUESTROS CAMÉLIDOS: RIQUEZA NATURAL RELEGADA

El pasado día 1° la Comisión de Comercio Exterior y Turismo del Congreso –con asistencia de la ministra de Comercio Exterior y Turismo Magaly Silva, y la jefa de la SUNAT– trató, entre otros temas, sobre el tráfico ilegal de camélidos peruanos a Europa. Días antes (29 de agosto) el presidente de dicha comisión, Renzo Reggiardo, manifestó que nuestros camélidos son enviados por contrabando a Chile por US$ 100 y a su vez ese país los vendía a Europa por US$ 200,000.
Al día siguiente la ministra Silva –sin mencionar el asunto del contrabando­– propuso la creación de “ProCamélidos” para protegerlos, y que trabajaría paralelo al lanzamiento de “Marca Alpaca Perú”. Coincidentemente, Nadine Heredia, durante el IV festival de Camélidos Peruanos (30 de agosto) en Kunturkanki, Cusco, anunció la implementación de un centro de Innovación Tecnológico Textil-Camélidos.

Proyectos y promesas, pero la situación de nuestros camélidos, riqueza natural desde tiempos ancestrales, lamentablemente está relegada. En las zonas alto andinas sobre 3,800 msnm –con ecosistemas frágiles y vulnerables– tenemos especies domésticas: llamas (750,000) y alpacas (3’600,000), y especies silvestres: vicuñas (260,000) y guanacos (4,000), que representan una importante opción de desarrollo para unas 800 comunidades –con pocas opciones viables y sostenibles– dedicadas a su crianza.

Sin embargo, no tenemos estrategias para controlar su contrabando en pie (solo una Comisión Multisectorial creada hace 10 años con DS 043-2004 AG que poco funciona). Chile, sin tener cantidad ni calidad es principal exportador de alpacas en pie a Europa utilizando nuestros camélidos que salen de contrabando desde Puno atravesando Bolivia (oficialmente entre 1995 y 2005 salieron ilegalmente 40,000 alpacas). También es muy alta la mortalidad de camélidos por falta de asistencia veterinaria, mal manejo reproductivo, enfermedades infecciosas y parasitarias, friaje, caza furtiva, depredación por pumas y zorros, etc.

No contamos con un Plan Nacional de Camélidos (anunciado hace 2 años por el ex ministro de Agricultura Milton von Hesse) ni adecuadas políticas, estrategias y programas de capacitación a campesinos para su manejo, conservación, promoción y comercialización.

Tampoco se promociona la investigación sobre producción y desarrollo para su mejoramiento genético, sin embargo, desde fines de los 80, EEUU, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, sin ser países de origen de estas especies han accedido al recurso genético y tienen grandes poblaciones de camélidos sometidas a crianza altamente tecnificada e intensivos programas de mejoramiento genético.
Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 13 de setiembre de 2014

05 octubre 2014

HUMEDALES DE CIUDAD ETEN EN PELIGRO Depredan 1113 hectáreas de la considerada "Área Ecológica de Interés Regional"

Hoy sólo quedan 264 hectáreas, de las 1377 con las que en el año 2005 contaban los Humedales de Ciudad Eten, distrito de Chiclayo (Lambayeque) ubicado a 15 kilómetros al suroeste de esta capital. Además, se ha puesto en peligro más de 200 especies de aves, vegetales, peces y crustáceos y unas 51 especies de diverso tipo de fitoplancton.
VISTA PANORÁMICA DE LOS HUMEDALES DE CIUDAD ETEN, EN TODA SU EXTENSIÓN, EN “LA BOCANA”, DONDE TERMINA EL RÍO. A LA IZQUIERDA Y AL CENTRO, LAS AGUAS QUE VAN A DAR A LA MAR, QUE SE APRECIA A LA DERECHA.
(FOTO: LARCERY DÍAZ)
La desidia y la indiferencia de las autoridades, tanto regionales como municipales, han dejado que esto suceda durante cerca de diez años, en que este lugar se hubiera convertido no sólo en uno de los ecosistemas del departamento de Lambayeque donde se albergan importantes recursos de la diversidad biológica, sino en uno de los pocos espacios significativos de belleza escénica.

Lo comprobé en un recorrido a pie que me duró seis horas, desde que las farolas de la ciudad comienzan a apagarse, hasta cuando el Sol irradia desde el cenit.

Pero, incluso, dentro del Humedal de Ciudad Eten, existe un predio de nombre “Matacaballo”, que es propiedad del Ministerio de Agricultura, según informe de búsqueda catastral proporcionada por la Superintendencia Nacional de Registros Públicos-SUNARP.

PROTECCIÓN DE LOS HUMEDALES 
Un Humedal es un ecosistema que posee aguas subterráneas a muy poca profundidad, que brotan o ascienden a la superficie en períodos determinados, formando lagunas y pantanos hasta donde llegan a vivir cientos de especies. Aquí, el agua es el factor fundamental, dado a que determina su estructura y funciones ecológicas.

En 1940, Perú se incorporó a la Convención de Washington, a través de la cual los países de América Latina y el Caribe asumen el compromiso de proteger y conservar las bellezas escénicas de la región, y acuerdan promover el establecimiento de varias categorías para jerarquizar las áreas naturales protegidas.
PÁJAROS DE TODO TIPO, COLOR Y SONIDO SE ESCUCHAN EN TODO EL CAMINO A LOS HUMEDALES Y DENTRO DE ELLOS, SE HACE NECESARIA SU CONSERVACIÓN.
(FOTO: LARCERY DÍAZ)
El ecosistema de Humedales, en la desembocadura del río Reque, se ha venido consolidando desde la década del 70, en que presenta una alta riqueza biológica, donde ocurren aves migratorias y residentes, importantes desde el punto de vista ecoturístico. Recursos vegetales como la totora, son explotados, observándose una creciente actividad productiva a través de cultivos agrícolas.

El recurso hídrico se presenta en forma de afloramientos, provenientes de la recarga del río Reque, que junto al aporte de agua marina, por la acción de las mareas altas determina los niveles de agua y el tamaño del ecosistema en las diferentes estaciones del año.

A comienzos de 1992, se estableció el Programa de Conservación y Desarrollo Sostenido de Humedales, con el objetivo de lograr, mediante la concertación de acciones, el desarrollo de las poblaciones locales, para contribuir a la conservación y uso sostenido de los Humedales. El programa de Humedales, actúa a la vez como Comité Técnico ante la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida como Convenio de Ramsar, firmada en la ciudad de Ramsar (Irán) en 1971 y puesta en vigor desde 1975; así como ante la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza-UICN.

EN SERIO PELIGRO 
La bióloga María Natividad Reque Neciosup, es una profesional nacida en Ciudad Eten, que el 2008 llamó la atención sobre los Humedales tras elaborar el estudio “Diversidad ornitológica en Humedales La Bocana-Ciudad Eten, Chiclayo, Perú”. Allí, señala que albergan un importante número de aves costeras y silvestres, residentes y migratorias, procedentes de países del Sur, de las islas y de los andes del Perú; y que sin embargo, se ven amenazadas por efectos del incremento de las actividades humanas; tales como drenaje de sus aguas para fines agrícolas, caza excesiva, eliminación de desechos orgánicos y desmonte, insecticidas y fertilizantes, pastoreo de ganado, extracción de junco y totora, entre otros.

MIENTRAS EN LOS PÁRAMOS ASOMAN LAS LAGARTIJAS;
TAMBIÉN HAY BELLEZA PLÁSTICA ENTRE LA ORILLA DEL OCÉANO,
EN EL OESTE Y LOS REZAGOS DEL HUMEDAL Y DEL MAR,
EN EL ESTE.
(FOTO: LARCERY DÍAZ)
Señala que de abril 2002 a marzo, 2003, se realizó el censo de aves en los Humedales “La Bocana”. Se buscaba contar con un registro
de especies existentes, para iniciar proyectos que permitan la protección y conservación de estos ecosistemas, así como el aprovechamiento sostenible y sustentable de sus recursos. Asimismo da cuenta de la cantidad de especies de fauna y flora encontradas, de las actividades humanas en el lugar y de los problemas de conservación.

En efecto, actualmente el atlas electrónico de Bird-Life International, informa que, según la actualización de su Lista Roja en el 2012, Perú es uno de los países con mayor número de aves amenazadas; y que los Humedales de Ciudad Eten, constituyen un área importante para la residencia, incubación y cría de diversas especies de aves.
Desde que el 2004 llegó a trabajar al Colegio Pedro Ruiz Gallo, en Ciudad Eten, la profesora Ninfa Idrogo Cubas buscó fortalecer la identidad del distrito y en el 2012 trabajó con el proyecto de innovación pedagógica "Promotores Escolares de Turismo". Ayudó a músicos y artesanos en su capacitación e hizo participar a algunos de sus colegas docentes y a sus alumnos, con el fin de rescatar las costumbres y tradiciones del pueblo. A la vez, se interesó por la situación de los Humedales. Junto con sus estudiantes, desarrolló el Proyecto “Protegiendo el ecosistema marino”. Publicó trípticos, diversos trabajos al respecto, y organizó sendas marchas para llamar la atención sobre los Humedales. “Somos jóvenes. Queremos disfrutar de nuestro mar; de nuestros Humedales. No lo destruyan”, “No contamines la naturaleza; es fuente de vida”, decían las pancartas. Pero hasta allí nomás llegó su campaña porque el Gobierno Regional, que entonces disponía de dinero para apoyar esta acción, no siguió haciéndolo. “Ahora veo que los funcionarios están amarrados porque ya es un área muy pequeña con la que cuentan en los Humedales”, afirma la estudiosa.

Ninfa Idrogo revela que es posible que los invasores de los Humedales y los que han comprado tierras en esta área, tengan tuberías subterráneas para extraer el agua del subsuelo. En la página del Facebook “Promotores Escolares en Turismo”, acaba de publicar la fotografía de un mapa de la Zona Registral de la SUNARP, en la que se observa un anexo gráfico de las superposiciones parciales de terrenos de personas particulares en el Humedal, propiciadas por el mismo Ministerio de Agricultura.

LO POCO QUE SE HA HECHO 
El 2005 se instaló la Comisión Multisectorial del Área Ecológica de Interés Regional y se emitió la Ordenanza Regional 004-2005, informándose las gestiones y actividades necesarias para lograr oficialmente la categorización dentro de las Áreas Naturales Protegidas. Se declaró como Área Ecológica de Interés Regional una extensión de 1.377 hectáreas que comprendía, además de Ciudad Eten, los distritos de Puerto Eten y Monsefú.
DOS GRÁFICOS. EN EL PRIMERO (ARRIBA), ELABORADO POR EL BIÓLOGO EDUARDO TEJADA, LA PROPUESTA DEL ÁREA DE CONSERVACIÓN, QUE COMPRENDE LAS ÁREAS DE RECUPERACIÓN, DE USO DIRECTO Y DE TURISMO Y RECREACIÓN. EN EL SEGUNDO (ABAJO), EL MISMO DIAGRAMA, CON LA ZONA YA LOTIZADA. ESTA ÚLTIMA VISTA FUE TOMADA DE UNO DE LOS EXPEDIENTES DE LA ZONA REGISTRAL DE CHICLAYO.
Siete años después, recién el 24 de enero del 2012, se informó que el actual presidente regional, Humberto Acuña Peralta, pidió apoyo al Ministerio del Ambiente para declarar zona de reserva natural los Humedales de Eten. “…son de vital importancia para nuestra región porque nos permitirá desarrollar el turismo y contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente”, publicó la web del Gobierno Regional de Lambayeque. A los pocos días también se publicó información sobre el Día de los Humedales, el 2 de febrero, con un programa que se desarrolló en coordinación con la Municipalidad Distrital de Ciudad Eten. El mismo día, un año antes, también se había “celebrado” esta fecha, pero sólo con una exposición.

El 22 de octubre de ese año, Miembros del Consejo de Coordinación del Sistema Regional de Áreas de Conservación de Lambayeque-SIRACL sostuvieron una reunión para evaluar los avances del estudio de las áreas de conservación de la región comprendidas en el proyecto “Zonificación para la Selección de Áreas Prioritarias para la Conservación de Tumbes y Lambayeque”, a cargo del Centro de Datos para la Conservación-Universidad Agraria La Molina, Lima.



“Sin embargo, hubo dos áreas que no fueron identificadas como prioritarias: los humedales de Eten y la zona de la playa Media Luna. Estas dos no fueron consideradas en el análisis por estar más asociadas a sistemas marino costeros; sistemas que requieren otra aproximación”, indicaron después.

A comienzos de setiembre de este año, el director de Recursos Naturales del Gobierno Regional de Lambayeque, Regis Reyes Gonzales, anunció que en diciembre del presente año, se estaría aprobando el expediente técnico del área de Conservación Regional de los Humedales de Ciudad Eten, pedido formulado por el Gobierno Regional de Lambayeque al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado–SERNANP.

Mientras tanto, en Ciudad Eten, el 16 y 23 de de agosto y el 10 de setiembre últimos, la Dirección de Recursos Naturales del Gobierno Regional, sostuvo reuniones con autoridades municipales y agricultores de Ciudad Eten y Monsefú, así como con quienes ocupan los terrenos del Humedal o habitan áreas colindantes. Se trató el tema del Humedal y su propuesta como Área de Conservación Regional. A la última cita asistieron los representantes de las familias Isique Quesñay, Llagas Salazar, Lluén Eneque, Sánchez Gonzales, Custodio Ballena, Míñope Vílchez, Carrillo Llontop, Chafloque Barragán y Velásquez Lumbre, varios de ellos de la zona en conflicto de Matacaballo. Ojalá no sea demasiado tarde.

Sobre esto reflexiono a lo largo y ancho de mi recorrido por los Humedales de Ciudad Eten, adonde fui en mi afán de comprobar en el lugar los rumores que circulan entre los vecinos de ese distrito y representantes de algunas organizaciones ambientales, respecto al mal uso de los Humedales. Seis horas después de la caminata terminé con la satisfacción de haber sido un testigo fiel, con fotografías incluidas, de la belleza natural que está a punto de desaparecer.

Trabajo escrito para el concurso “Historias del Cambio Climático” categoría “Blogueros”, organizado por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS). 

En twitter pueden encontrar más información con el hashtag: #historiasdelcambioclimatico
LaMula.Pe

01 octubre 2014

LA URGENCIA DE RESPUESTAS AL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA FALTA DE COMPROMISO DE LA CLASE POLÍTICA PERUANA

Escuchamos, cada vez con mayor frecuencia, que si el Perú no hace nada para enfrentar el cambio climático las consecuencias serán devastadoras. El planeta se calienta y la costa peruana sufrirá escasez de agua, se elevará el nivel y la temperatura del mar. El cambio de las condiciones climáticas, afectará seriamente a la agricultura y ganadería; pero también a nuestra exuberante flora y fauna.
Estas y otras predicciones y evidencias científicas parecen no alarmarnos. Tampoco las primeras cuentas generales que se hacen de las pérdidas que podría ocasionar el cambio climático para el Perú. Se dice que al 2030, las pérdidas económicas por cambio climático serán del 6,9% del PBI y al 2050 del 20%. Si tomamos en cuenta que nuestro mayor crecimiento ha sido a un ritmo del 6%, se hace evidente que estaremos en graves aprietos. Es más, actualmente, la degradación ambiental anual, según el Banco Mundial, es de aproximadamente el 3,9% del PBI.

Ante la urgencia y gravedad del tema, las respuestas del sector público son lentas y de poca trascendencia. Se busca cambiar la estrategia nacional de cambio climático, sin tomar en cuenta por qué no funcionó, pero además sin plantear metas precisas ni un plan de acción que nos señale el camino por dónde podemos y debemos transitar. Se dice que de lo que se trata, es que cada sector defina lo que hará. Todos sabemos, que eso puede demorar años, y sin embargo insistimos en ello.

Es decir, estamos viviendo los descuentos con una pasividad impresionante. Estamos dejando pasar tiempo valioso que nos debería servir para saber qué hacer, dotarnos de lo necesario y movilizar con decisión las fuerzas de la sociedad hacia objetivos claros y concretos.

Es obvio que esa pasividad tiene que ver con una falta de voluntad política, y la pregunta a responder es ¿por qué ni siquiera la realización de la COP20 en Lima y el rol de anfitrión del Perú han podido cambiar esta actitud despreocupada? Muestra de ello es la ausencia del tema en los discursos presidenciales de 28 de julio; pero además, la existencia de un conjunto de medidas que se han venido dando desde hace más de un año (D.S. 054-2013-PCM, D.S. 060-2013-PCM, D.S. 054-2013-EM, D.S. 120-2014-MEM-DM, Ley 30230 y otras que se anuncian) para facilitar la inversión, a costa de debilitar el sistema de gestión ambiental y las competencias del Ministerio del Ambiente.

Hace unos días, el Presidente de la República del Perú dijo en Nueva York que el cambio climático nos exige ponernos de acuerdo, y que ese acuerdo debe ser: justo y por lo tanto, partir de las responsabilidades diferenciadas de los países; equilibrado para permitir el crecimiento económico y la lucha contra la pobreza; equitativo, asegurando el apoyo financiero y tecnológico a los países en desarrollo; transformador, de las fuentes energéticas, alentando la inversión privada y la competitividad baja en emisiones de carbono; y finalmente inclusivo, incorporando a todos los actores de la sociedad.

Para quienes vivimos en el Perú los discursos del Presidente de la República en reuniones internacionales sobre cambio climático no expresan compromisos al interior del país. Si hubiera una real preocupación, a estas alturas, habría una política transectorial definida, liderada por él. Tendríamos avances significativos en una estrategia que ya tiene más de diez años de existencia, y los recursos invertidos por el Estado serían mayores a los de la cooperación internacional.

Pero el problema no es solo del Presidente de la República, es de toda la clase política. Tiene que ver con su negativa a revisar el modelo de desarrollo en lo mínimo indispensable. Por eso, no nos extraña que esa clase política venga desmontando los Estudios de Impacto Ambiental, instrumento que podría ayudar a que en los proyectos de inversión se considere la variable cambio climático y se evite, en lo posible, agravar los problemas de disponibilidad de agua, desertificación, exposición a desastres, etc.

Esta clase política opone crecimiento económico a regulación, e intenta justificarla señalando que es necesario generar riqueza a cualquier costo, para aliviar la pobreza; olvidando que el cambio climático afecta principalmente a los más pobres.

Esta parálisis tiene que ver con decisiones que no se quieren tomar. ¿Quién afronta el cambio climático? ¿Es una tarea del Ministerio del Ambiente o involucra el comportamiento de todos los actores de la sociedad? ¿Bastan proyectos verdes o es necesario frenar la irracionalidad de iniciativas que destruyen el bosque amazónico para ampliar la frontera agrícola y cultivar agro combustibles? ¿Deberíamos seguir sacrificando lagunas o modificando el sistema hídrico para hacer posible actividades extractivas, cuando existirá menos disponibilidad de agua dulce? ¿Deberíamos seguir promoviendo la construcción de edificios habitacionales en el litoral, sin considerar la elevación del nivel del mar? ¿Debemos seguir creciendo sin apostar a un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero?

La posibilidad de evasión de la realidad es solo temporal. Cuando más tarde asumamos nuestra responsabilidad, mayores serán las pérdidas y los costos para la sociedad, y lo que es peor aún, algunas situaciones se convertirán en irreversibles. En el Perú seguimos apostando a llorar sobre la leche derramada y a reparar antes que prevenir. Me pregunto, ¿por qué repetimos la misma historia y nos negamos a aprender? Con dinero o sin dinero, una y otra vez, siempre nos chocamos contra la misma pared.
Por Ana Leyva V
CooperAcción

30 septiembre 2014

BOSQUES DEL PERÚ

Perú tiene una de las cinco áreas de bosque tropical más grandes, diversas y mejor conservadas del mundo, con una superficie de más de 68 millones de hectáreas. También se estima que tiene uno de los cuatro mayores depósitos de carbono en bosques tropicales del mundo.

Estos bosques están en peligro. Esta es la situación en la Amazonía peruana:


  • En Perú, alrededor del 50% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (unos 71 millones de toneladas de CO2 cada año) son causadas por cambios en el uso del suelo, principalmente por la conversión de la selva amazónica en tierras cultivables a un ritmo de alrededor de 110.000 hectáreas por año.
  • La deforestación de los bosques tropicales representa uno de los más significativos cambios de uso del suelo por causas humanas de la historia. Las emisiones procedentes de cambios en el uso del suelo constituyen más del 46% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la región de América Latina y el Caribe, una cifra muy por encima del promedio mundial de 18%. La región de América Latina y el Caribe perdió cuatro millones de hectáreas anuales entre 2005 y 2010, una cifra que presenta la peor tasa de deforestación del mundo.
  • Estas tasas de deforestación tiene graves consecuencias en las condiciones climáticas globales y locales, afectando a la pérdida de biodiversidad y el aumento de inundaciones, sedimentación y degradación de los suelos.
  • La deforestación también amenaza a los medios de vida y la integridad cultural de los pueblos dependientes de los bosques y al suministro de productos forestales, así como los servicios medioambientales que permiten sostener el aumento de la población peruana.
  • Se estima que los impactos del cambio climático en el Perú podrían ocasionar pérdidas que podrían superar el 20% del PIB en 2050, debido al hecho de que los principales sectores económicos del país (la minería, la energía, la agricultura, la manufactura y el turismo) son altamente sensibles al cambio climático.


Entonces, ¿cómo podemos reducir las emisiones derivadas de la deforestación, al mismo tiempo que proporcionamos los alimentos necesarios para una población creciente y preservamos los bosques y los servicios que proporcionan los ecosistemas, mientras creamos empleos y nuevas oportunidades económicas en la agricultura y la silvicultura sostenibles?.

La BUENA NOTICIA es que los gobiernos del Perú, Noruega, Alemania y el BID han ideado un mecanismo que podría ser PARTE DE LA SOLUCIÓN:

Perú está tomando medidas para reducir sus emisiones relacionadas con la deforestación y para hacer neutralizar las emisiones de sus bosques y del sector de la agricultura para el año 2021, reconociendo al mismo tiempo las reivindicaciones sobre millones de hectáreas de tierras por parte de los pueblos indígenas.

Noruega acaba de comprometer US$300 millones hasta el 2020 para el pago contra resultados demostrados en la reducción de la deforestación, mientras que Alemania apoya al Perú en cuestiones climáticas y forestales y considerará otras contribuciones basadas en los resultados obtenidos.

Perú trabajará para impedir la conversión de suelos forestales en tierras para uso agrícola y tomará medidas para reducir la deforestación causada por la tala, la extracción de recursos naturales y la minería.

El BID proveerá asistencia técnica y apoyará a Perú para que pueda alcanzar los compromisos vinculados a la obtención de recursos financieros.

El país establecerá una nueva legislación forestal y una ambiciosa coalición público-privada con empresas multinacionales comprometidas con ambiciosas políticas de reducción de la deforestación.

Perú desarrollará sistemas de medición e información para supervisar los resultados de todas estas actividades y medir los impactos ambientales y sociales fruto de la conservación de sus bosques.

Si bien este es un gran paso hacia un nuevo modelo de desarrollo que proteja el capital natural del Perú, al tiempo que favorece el desarrollo económico, aún queda mucho por hacer para tener un proceso inclusivo y justo que involucre a las comunidades nativas, para involucrar al sector privado y para mantener la voluntad política sobre la base de este gran hito para los bosques peruanos.
BID

25 septiembre 2014

EN UN FUTURO NO MUY LEJANO. GUERRA POR EL AGUA

Las reservas de agua procedentes de la nieve de las montañas se reducirán significativamente en los próximos años, lo que afectará a miles de millones de personas.  En los últimos años, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del planeta y se especula que en los próximos tiempos, unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de este recurso vital para la vida en el planeta.

Los gobiernos de todo el orbe-incluidos los de países desarrollados- están desviando su responsabilidad de tutela de los recursos naturales a favor de las empresas. Según ellos, para mejorar la provisión del servicio. El embotellamiento del agua aunque cueste creerlo, es un negocio que supera en ganancias a la industria farmacéutica.

El Agua
En los finales del siglo pasado el mundo entró en una nueva fase de confrontación que denominamos la Nueva Guerra por los recursos naturales. Ya no sólo es el carácter político-militar, no se confronta a un enemigo en particular, sino que busca apropiarse de los recursos estratégicos y necesarios para el desarrollo y expansión del capitalismo.

Guerras por el petróleo, guerras por el agua, guerras por tierras, guerras atmosféricas, esta es la verdadera cara de la globalización económica. Su orientación está en confrontar todo aquello que se opone o resiste a la privatización, a la usurpación de recursos naturales, que supera los límites de la sostenibilidad y la justicia, lo cual le da el distintivo de guerra privatizadora o expropiadora.

Según un estudio se prevé que las reservas de nieve se alteren significativamente en los próximos años, lo que afectará a la disponibilidad de agua de miles de millones de personas, además de producir más inundaciones en la época no seca. El estudio analiza el efecto del cambio climático sobre la acumulación de hielo y nieve y su deshielo a lo largo del siglo 21 en el oste de EEUU, la Europa alpina, Asía central, el Himalaya y el Tibet. Los resultados son especialmente problemáticos sobre las reservas de las que depende California, tanto para la agricultura como para uso humano. California es el mayor productor agrícola de EEUU y el sexto mayor exportador agrícola del mundo.

Según Noah Diffenbaugh, de la Universidad de Stanford, el oeste de los EEUU muestra una disminución de las precipitaciones de nieve debido al cambio climático. La nieve se acumula en las montañas y al llegar el deshielo proporciona agua justo cuando es necesaria, por ejemplo para la agricultura. Si las precipitaciones en invierno son de agua en lugar de nieve entonces se pueden producir inundaciones y además es malgastada. Pero también se dan estos y otros problemas cuando el deshielo se produce antes de las fechas habituales.

Este adelanto del deshielo se da por culpa del cambio climático
El problema no son los recursos naturales, no es la gente, sino la codicia de las corporaciones empresariales y las asociaciones entre éstas y los estados con el fin de usurpar los recursos de los pueblos y violar sus derechos fundamentales de vida. Son los intereses geopolíticos y geoestratégicos, donde el territorio, el lugar, el sitio es preponderante para el dominio territorial.

Ahora interesa más la alianza militar para controlar, privatizar o usurpar recursos naturales estratégicos que den más vida al capitalismo, bajo el dominio de las empresas transnacionales, el comercio internacional, el capital especulativo y otras formas de cooperación que se mueven alrededor de los intereses de la economía capitalista.

La teoría de los EE.UU. es priorizar las relaciones y control en zonas donde las riquezas naturales abundan y que les permita asegurar su funcionamiento como modelo capitalista y base de la industrialización. Son el principal protagonista de esta nueva guerra en la medida que requieren más del 30% de la energía consumida por la humanidad, incrementándose este consumo con la tendencia industrializadora del capitalismo que día tras día incrementa el consumo de energía.

La usurpación de los recursos de las naciones subdesarrolladas
Las grandes potencias quieren dominar a las naciones pobres de Latinoamérica que tienen gran concentración de riquezas naturales y estratégicas que ellas pretenden controlar.Donde el velo ideológico no es sino la defensa, mediante el imaginario antiterrorista y que les permitan controlar la energía y el combustible.

Donde hay petróleo hay conflictos
No importa en qué medida la apariencia de una guerra de culturas aparezca vinculada a las invasiones a Afganistán e Irak (y a la amenaza de una acción similar en Irán), porque la realidad era y es que se trata de guerras por el crudo.

El agua sustento de la vida objeto prioritario para los EEUU
El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana será un 56% superior al suministro actual y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado. Se calcula que para los 6.250 millones de habitantes a los que hemos llegado, se necesitaría ya un 20% más de agua de la que disponemos.

Además de esta población es el consumo de energía para desplazar a más de 1.800 millones de autos particulares; asimismo son mayores los hogares que cuentan con televisores, refrigeradores, aire acondicionado, calefacción, computadoras que van consumiendo mayores cantidad de petróleo, agua, gas y elementos de la biodiversidad que ponen a la humanidad en un complejo conflicto por controlar los recursos. Debemos agregar la industrialización acelerada de China y la India, que demandan cada día mayor consumo de energía y otros recursos como hierro, acero, aluminio, etc.

Debemos destacar la forma de operar en el escenario de la confrontación
No interesa el territorio, sino el recurso, que puede ser, mineral, hídrico y/o estratégico; humano o poblacional, para desestructurar al enemigo, por lo que el espacio-territorio no es una pieza importante en el ajedrez de la confrontación. Esta nueva guerra requiere de alianzas, no porque el poderío militar de los EE.UU. esté en decadencia, sino porque en el control de la energía están implicados varios estados que son parte del dominio imperial.

Europa y Asia que no cuentan con recursos estratégicos importantes; EE.UU. cuenta con ellos de manera limitada. El Medio Oriente posee en la zona del mar Caspio, una gran concentración de recursos naturales, al igual que América Latina.  De ahí que en estas regiones que poseen los recursos, los conflictos están a la orden del día y los provocadores serán las alianzas de las grandes potencias.

Estas alianzas son pieza fundamental en la medida que la sociedad industrial acelera su desarrollo y cada incremento tecnológico abre una válvula más al consumo. El agua subterránea es un recurso que no es inagotable. En algunos casos, como el de las aguas fósiles de los desiertos, ni siquiera es renovable. Se puede explotar con sensatez o se puede sobre-explotar sustrayendo un recurso esencial para futuras generaciones. Según un estudio reciente hemos estado haciendo precisamente lo segundo durante las últimas décadas.

Durante ese tiempo los humanos hemos estado bombeando agua desde el subsuelo a tal ritmo que se corre el riesgo de que nos quedemos sin un recurso del que dependen millones de personas. En zonas cercanas a las costas la situación es aún peor debido a que la sobre explotación hace que entre agua salada del mar, malogrando para siempre esas reservas de agua. El agua subterránea se encuentra empapando rocas porosas, como la arena, a profundidades que van desde cerca de la superficie hasta cientos de metros de profundidad, pero su origen es siempre el mismo.

Aunque en este caso existe la ventaja de que el agua de estos acuíferos no se evapora, el agua que contienen sólo puede ser renovada con el agua de lluvia. Si se extrae más de lo que llueve al final el acuífero se agota.

El agua subterránea no se crea de la nada
Pero este recurso es esencial para la vida diaria y la agricultura de numerosas regiones de la Tierra, que además explotan corrientes de agua superficiales, humedales y los ecosistemas que en última instancia facilitan la lluvia y la retención del agua procedente de la misma.

Según este estudio, en la actualidad el ser humano está consumiendo tanta agua subterránea que a través de la evaporación y precipitación suponen un 25% anual del aumento del nivel del mar en todo el planeta. Según Marc Bierkens, de la Universidad de Utrecht y líder del estudio, la posibilidad de que las reservas de agua subterránea se agoten supone un desastre potencial para la agricultura global.

“Si dejas que la población crezca mediante el aumento de campos regados con agua subterránea que no es renovada, entonces correrás hasta, en un momento dado, llegar a un muro que traerá hambrunas y problemas sociales. Esto es algo que puedes ver desde millas de distancia”, dice Bierkens.

Este investigador y sus colaboradores publican sus hallazgos en Geophysical Research Letters (en prensa al momento de redactar esta nota). En el estudio se compara la cantidad de agua estimada que se añade gracias a la lluvia y la cantidad que es retirada de los acuíferos para agricultura y otros usos.

Usaron una base de datos existente que contiene información sobre los acuíferos a nivel global y además crearon un modelo para estimar el ritmo al que se añade y retira agua de los mismos. En este modelo tuvieron en cuenta la exposición a la lluvia, la evaporación y otros efectos y datos reales sobre precipitación, temperatura y evaporación sobre el intervalo de tiempo que media entre 1958 y 2001.

Encontraron que el ritmo al que se explotan los acuíferos a nivel mundial se doblo entre 1960 y 2000, aumentando desde 126 a 283 kilómetros cúbicos de agua al año (de 1,2×1011 a 2,8×1011 litros al año). Para hacernos una idea se puede calcular que a este ritmo toda el agua de los grandes lagos de Norteamérica desaparecería en 80 años.

Como es difícil calcular la cantidad de agua que hay almacenada en los acuíferos (aunque seguro que es finita) no es posible decir con precisión cuando desaparecerá. El agua subterránea representa el 30% de todo el agua dulce disponible en el planeta, siendo el agua dulce superficial un 1%.

El resto del agua dulce está “bloqueada” en los glaciares y en los casquetes polares.
Esto significa que una reducción en la disponibilidad del agua subterránea tendría profundos efectos sobre el crecimiento de la población humana. El estudio muestra que los mayores ritmos de agotamiento se dan en las principales regiones agrícolas, incluyendo noroeste de India, noreste de China, noreste de Pakistán, valle central de California y el medio oeste de EEUU.

Según Bierkens el ritmo de agotamiento ha crecido linealmente desde 1960 a 1990, pero se observa un rápido aumento relacionado con el aumento de la economía y de la población en los nuevos países emergentes, principalmente China e India. Según se vayan agotando los acuíferos más someros, al final el agua que quede estará a una profundidad que los agricultores no podrán alcanzar nunca más con su tecnología habitual. Se necesitarán tecnología más caras (y energía) para conseguir agua dulce para la producción de alimentos como por ejemplo plantas desaladoras.

La final toda esa agua que extraemos del subsuelo termina en el mar
Los autores del estudio estiman que la contribución de esta agua suponen 0,8 mm anuales en el incremento del nivel del mar, es decir, un cuarto del total de ese aumento, que es de unos 3,1 mm anuales, principalmente debido a la fusión de los glaciares provocado por el cambio climático.

Esta contribución es mucho mayor de lo que se creía anteriormente. No hace falta añadir que todo esto se verá agravado por el calentamiento global, que eleva la temperatura y por tanto aumenta la evaporación y las necesidades de agua. Los modelos climáticos predicen además que ciertas regiones se verán más afectadas que otras al disminuir las precipitaciones debido al cambio climático.

El agua es un recurso importante para ejercer el dominio político, se está convirtiendo en una fuente de guerras en la medida en que es privatizada y se transforma en mercancía. Este líquido nutre a muchas empresas trasnacionales y éstas desvían el agua de los sistemas naturales de drenaje de los ríos.

Alterar el flujo de un río también modifica la distribución del agua, especialmente si eso implica las transferencias de agua entre varias cuencas. Este producto es ahora un recurso que genera dinero, de ahí que una de las pretensiones que tenía el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de los Estados Unidos y de las corporaciones transnacionales era provocar las privatizaciones de los recursos hídricos y acelerar la construcción de hidroeléctricas privadas.

El control del agua por los monopolios
En los últimos tiempos, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del planeta y se especula que en los próximos años, unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de este recurso vital para la vida en el planeta. Los gobiernos de todo el mundo -incluido los de países desarrollados- están desviando su responsabilidad de tutela de los recursos naturales a favor de las empresas. Según ellos, para mejorar la provisión del servicio.

Las grandes corporaciones no son muchas. Las francesas Vivendi y Suez (clasificadas en los puestos 51 y 99 respectivamente en el Global Fortune 500 de 2001). La alemana RWE (en el puesto 53), que adquirió dos importantes empresas de agua, Thames Water en el Reino Unido y American Water Works, en Estados Unidos de Norteamérica.

La intervención privada dio pie, en algunos lugares a un aumento exagerado del costo del agua.
En la Provincia de Tucumán - Argentina- la empresa Vivendi enfrentó la furia popular y en Sudáfrica la empresa concesionada con el suministro no tuvo problemas en cerrar la canilla de un 80% de los pobladores de Alexandra Township por falta de pago.

Como también hay proyectadas variadas obras de infraestructura a lo largo del istmo mesoamericano, incluyendo la explotación de las abundantes provisiones de agua fresca del Petén guatemalteco y del sur de México. El IIRSA, el más ambicioso de los tres, propone corredores industriales y enormes proyectos hidroeléctricos y de hidrovía por todo el continente suramericano.

Bajo esta lógica, aparecen los planes intervensionistas como la militarización y privatizaciones en el sur de Argentina, el Iguazú, las represas en Centroamérica y la focalización de los ríos que faciliten la interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá pasando por el Darién. La compra de tierras con recursos naturales (agua, biodiversidad),

Como también sucede en la India cada río es motivo de importantes y grandes problemas sobre la propiedad del agua y su distribución. También existen grandes conflictos entre Estados Unidos y México por el agua del río Colorado.

Las aguas de los ríos Tigris y Eufrates, que han sostenido a la agricultura durante miles de años en Turquía, Siria e Irak, han sido la causa de varios importantes choques entre esos tres países. Y ambos ríos nacen en Turquía, y son caudalosos en una de las zonas más áridas del planeta.

La guerra entre israelíes y palestinos es en cierta medida una guerra por el agua
El motivo de contienda es el río Jordán, usado por Israel, Jordania, Siria, Líbano y Cisjordania. La agricultura a escala industrial de Israel requiere agua de ese río así como de las aguas subterráneas de Cisjordania.

La Banca fomenta la privatización de los recursos naturales
El Banco Mundial juega un papel clave, fomentando las privatizaciones y prestando dinero para las reformas en el sistema de agua, invirtiendo y finalmente actuando como juez en caso de conflicto entre los inversionistas y los Estados. Mientras poblaciones enteras no tienen acceso a la salubridad, grandes corporaciones venden agua pura embotellada para subsanar el mal.

Entre 1970, 2000 y 2009, la venta del agua creció incalculablemente. Por ejemplo, en 1970 se vendieron en el mundo mil millones de litros. En 2000, 84 mil millones. En el 2009 se vendieron quinientos noventa y ocho mil millones de litros de agua. Otro punto importante para el proyecto de dominio de los EEUU es la Amazonía y ya a los niños de las escuelas en el texto de geografía de 6to.

Grado se menciona que está localizada en América del Sur, una de las regiones más pobres del mundo, es parte de ocho países diferentes y extraños, irresponsables, crueles y autoritarios, pueblos de trafico de drogas y además, son pueblos incultos e ignorantes, pudiendo causar la muerte de todo el mundo dentro de pocos años...

Les enseñan que estas son áreas internacionales..., en otras palabras, ellos están preparando a la opinión publica norteamericana, para dentro de algunos años poder apoderarse de este territorio brasileño y de los países limítrofes.

La Amazonía es ambicionada por las tras nacionales

La Amazonía en uno de los ecosistemas más ricos y diversos del mundo cuenta con aproximadamente 7 millones 160 mil kilómetros cuadrados de zona boscosa húmeda, constituye la mayor reserva natural del planeta y sin embargo, peligra. La cuenca amazónica es depositaria de la mayor extensión de bosques tropicales del planeta (56%) y de una gran variedad biológica de ecosistemas, especies y recursos genéticos.

Hay cerca de un millón y medio de especies conocidas y se estima que pueden ser más de diez millones. Un leve inventario nos indica la presencia de 50.000 variedades de mamíferos; 20.000 de reptiles, anfibios y aves; 21.000 de peces; 140.000 de vertebrados; 90.000 de invertebrados y artrópodos; 90.000 de plantas inferiores; 270.000 de plantas superiores y 55.000 de microorganismos.

Por el Amazonas y sus más de 7.000 tributarios corren 6.000 billones de metros cúbicos de agua por segundo. Además es la zona que más oxígeno provee (40% del oxígeno del mundo) y mayor cantidad de carbono capta. Por eso se conoce como el pulmón de la humanidad.

Por esos motivos y es estar ubicado en límites con Perú y Brasil, se ha reforzado el cinturón blindado militar en la región, la cual almacena la siguiente infraestructura Radar y base terrestre en Marandúa, Vichada.

Todo ello es parte del El plan Colombia cuyo costo fue al inicio, de 7.500 millones de dólares, de los cuales: Estados Unidos abonó 1.500 millones, la Unión Europea 1.500 millones y los 4.500 millones restantes es un préstamo a la banca mundial que tiene que hacer el Estado colombiano, la suma de los 7.500 millones de dólares fue aplicada a la guerra interna.

La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerada un comodín o bien comerciable (como lo es el trigo, el café o el maíz) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida.

El problema es que si bien el agua es un recurso que se da por sentado en muchos lugares, es muy escaso para los 1.100 millones de personas que carecen de acceso al agua potable, a las que habría que sumar otros 2.400 millones de personas que no tienen acceso a un saneamiento adecuado.

Más de 2.200 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños, mueren todos los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene.

Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua.

 Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75 por ciento. En algunas zonas, la extracción del agua ha tenido consecuencias devastadoras en el ambiente.

La capa freática de muchas regiones del mundo se reduce constantemente y algunos ríos, como el Colorado en los Estados Unidos y el Amarillo en China, se secan con frecuencia antes de llegar al mar.

En China, las capas freáticas acuíferas del norte han descendido treinta y siete metros en treinta años y, desde 1990 desciende un metro y medio cada año. El mar interior de Aral, en Asia Central, ya ha perdido la mitad de su extensión.

El lago Chad era hace tiempo el sexto lago más grande del mundo, en la actualidad ha perdido casi el 90% de su superficie y esta agonizando.

Este recurso es un bien tan necesario que podría pasar a ser objeto de peleas políticas, si se lo observa sólo como un negocio: represas, canales de irrigación, tecnologías de purificación y de desalinización, sistemas de alcantarillado y tratamientos de aguas residuales.

No debe olvidarse el embotellamiento del agua, puesto que es un negocio que supera en ganancias a la industria farmacéutica.

El origen de esta comercialización del agua habría que buscarla en noviembre de 2001, cuando los recursos naturales al igual que la salud y la educación, empezaron a ser objeto de negociaciones en la OMC (Organización Mundial de Comercio).

La meta final es la liberalización de los servicios públicos para el 2005. Esto que suena árido y aburrido, puede simplificarse: lo que hasta ahora era regulado por los estados, pasará a ser mercado de libre comercio.
Dentro de este contexto, existen dos escenarios probables:

Los acuíferos más grandes que se conocen son: Acuífero de Areniscas de Nubia con un volumen de 75 mil millones de metros cúbicos.

Acuífero del Norte del Sahara con un volumen de 60 mil millones de metros cúbicos.
Sistema acuífero Guaraní con un volumen de 37 mil millones de metros cúbicos.
Gran Cuenca Artesiana con un volumen de 20 mil millones de metros cúbicos.
Acuífero Altas Planicies con un volumen de 15 mil millones de metros cúbicos.
Acuífero del Norte de China con un volumen de 5 mil millones de metros cúbicos.


El Acuífero Guaraní
El acuífero posee 132 millones de años. Sus orígenes se remontan a cuando África y América aún se encontraban unidas. u extensión tiene las conocidas dimensiones del continente americano: 1.190.000 kilómetros cuadrados, una superficie más grande que la de España, Francia y Portugal juntas. Es conocido como el Gigante del MERCOSUR porque este inmenso reservorio de agua pura se extiende desde el pantanal en el norte de Brasil, ocupa parte de Paraguay y Uruguay y finaliza en la pampa Argentina.

Incluso se sospecha que, a enormes profundidades, el acuífero se encuentra conectado con los lagos de la Patagonia. El volumen total del agua almacenada es inmenso. E volumen explotable en la actualidad es de 40 a 80 kilómetros cúbicos, una cifra equivalente a cuatro veces la demanda total anual de la Argentina.

La investigación sobre el Sistema Acuífero Guaraní (SAG) estuvo, hasta 1997, a cargo de la Universidad de Santa Fe y la de Buenos Aires, de la Universidad de Uruguay y de varias Universidades Públicas Brasileras. ero a partir de esa fecha pasó a ser parte de un proyecto financiado por el Banco Mundial y todo se tiño de sospechas. E la Argentina, a través de un estudio realizado por la periodista Elsa Bruzzone se llegó a una preocupante conclusión:

La presencia del Comandante del Ejército Sur de EEUU, en la Triple Frontera -Brasil, Paraguay, Argentina- la declaración del Departamento de Estado y los rumores de que allí habría terroristas, tienen un objetivo:

El control del Sistema Acuífero Guaraní (SAG), un verdadero océano de agua potable subterráneo que tiene allí su principal punto de recarga. Brasil, también puso el grito en el cielo, al declarar a través de Aurelio García que: EEUU puso al Banco Mundial y a la Organización de Estados Americanos al frente de un proyecto que busca detectar la magnitud del recurso, asegurarse su uso de manera sustentable, evitar la contaminación y mantener un control permanente hasta cuando lo considere conveniente.

Quienes defienden la iniciativa de la Organización de Estados Americanos aseguran que por falta de dinero en las Universidades, se busco el apoyo de aportes provenientes del GEF, un fondo donde todos los países del mundo ponen dinero para desarrollar estudios y proyectos ambientales. E presentó un buen proyecto y este fue aprobado, lo que significa que de alguna manera se están recuperando el dinero invertido en aquel fondo. El Banco Mundial maneja el aporte.

 Es como el operador de cuenta de un banco.

El alcance del problema del agua no sólo apunta al bolsillo de cualquier consumidor, sino que es una estocada al estómago del fundamentalismo de mercado imperante en la aldea global, por lo cual todo tiene precio y con mayor razón lo que es escaso.

La revista Fortune expresó:
El agua promete ser en el siglo XXI lo que fue el petróleo para el siglo XX, el bien precioso que determina la riqueza de las naciones. Sin embargo, 160 gobiernos reunidos en La Haya -Holanda- en el 2000 acordaron definir el agua como una necesidad humana y no como un derecho del hombre. Este derecho no se compra ni se vende.

Si la globalización es empujada para apoderarse de estos recursos, aumentarán las guerras y la globalización se hará más lenta hasta detenerse a causa de las catástrofes ecológicas y de los conflictos por los recursos naturales Entonces, a todo lo anteriormente expuesto se impone una fuerte diyuntiva en tiempos en que el cambio climático afecta la supervivencia humana.

¿Será apropiado proteger el ecosistema y permitir el desarrollo en una zona, donde la naturaleza y hombres vivan en perfecta armonía? Las compañías madereras, mineros y explotadores de bauxita, aluminio, metales preciosos, oro, cobre van en busca de sus metas ignorando la necesidad de mantener el equilibrio ecológico y minimizan la cuantía de los perjuicios que ocasionas sus practicas.

La advertencia de las Naciones Unidas acerca de que la creciente demanda de agua potable y de servicios de saneamiento básico exceden hoy la oferta disponible, considerándose además que por primera vez en la historia de la humanidad más de 3 mil millones de personas viven en las ciudades, significa por cierto un llamado de alerta y obliga a todos los países a adoptar enérgicas políticas de protección de sus recursos hídricos.

El informe de la ONU emitido en razón de que se celebro este 22 de Marzo el Día Mundial del Agua, detalla que unas 828 millones de personas viven en asentamientos urbanos informales, diseminados alrededor de casi todas las ciudades del mundo y que el mayor desafío actual es proveer a esa población de agua potable y de servicios sanitarios.

También destaca que la población pobre paga 50 veces más por un litro de agua de lo que se paga por ese mismo litro en los barrios ricos, debido a que tienen que comprar el agua a vendedores particulares quienes especulan con el preciado líquido. En el informe pone de relieve que las tasas de fuga de agua de hasta un 50 por ciento son comunes en sistemas de distribución urbanos, y que entre 250 y 500 millones de metros cúbicos de agua potable son desperdiciados cada año en muchas de las megaciudades del mundo.

Para la ONU, la falta de instalaciones de abastecimiento de agua y de adecuadas condiciones sanitarias en las ciudades conlleva la existencia de serios problemas de salud, mientras que inadecuadas instalaciones de servicios sanitarios a menudo son fuente de contaminación del agua potable. Tales conclusiones, acaso con un menor grado de dramatismo, pero igualmente acuciantes, resultan válidas para describir la situación que se vive en muchas ciudades de nuestro país.

A la incapacidad de los sistemas de provisión de agua domiciliaria para abastecer a toda una ciudad, se le suman las también conocidas insuficiencias de las redes de servicio clocal y de desagües, algo que se traduce en numerosos riesgos de índole sanitaria. Pero también debe mencionarse la paupérrima tutela que ejerce el Estado sobre los cursos de agua dulce, sean ríos o arroyos, cuyo alarmante grado de contaminación no hace sino agravar la calidad de vida de millones de personas.

Frecuentes derrames de hidrocarburos, napas contaminadas, descontrol en el depósito final de residuos tóxicos integran, entre otros factores, el contexto negativo que acompaña a los recursos naturales. Unos mil 800 millones de personas vivirán en el 2025 en regiones donde hay escasez total de agua, y dos terceras partes de la población mundial podrán sufrir condiciones de falta de agua, advirtió la FAO.

Ante ese panorama, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destacó que los bosques capturan y almacenan agua y pueden desempeñar una función importante en el suministro de agua potable para millones de personas en las megalópolis del planeta. Según la FAO, los bosques, por lo general, son una óptima cubierta vegetal para las cuencas de captación que suministran agua potable.

Las cuencas hidrográficas forestales proveen una gran parte del agua que satisface las necesidades domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas. "La gestión del agua y la de los bosques están estrechamente vinculadas y necesitan soluciones normativas innovadoras que tengan en cuenta la índole transversal de estos vitales recursos”, afirmó Jan McAlpine, director de la secretaría del Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques. Paradójicamente, el hombre, en busca de desarrollo y fuentes energéticas alternativas desplazan a su similar llevándose su patrimonio e identidad (sin olvidar el impacto en la vida animal) y provocan la emigración de pueblos y aldeas completas.

Sumemos la expansión de los buscadores de oro quienes prueban fortuna robando en zonas antes respetadas. Por eso los pueblos indígenas se han opuesto al deterioro de la Amazonía exigiendo el respecto a su hogar y al planeta. Para ellos, la relación con la madre tierra es la base de su existencia y la forma adecuada de mantener modos de vida construidos en perfecta simbiosis con las leyes de la naturaleza.

Si la reciente Cumbre de Cambio Climático de Copenhague fue un gran fracaso, corresponde a los pueblos tomar sus propias decisiones por el bien propio y de nuestro planeta. Afortunadamente, en la mayoría de países a nivel mundial se están consolidando concepciones que apuntan mejorar la defensa del medio ambiente y de la calidad de vida. Múltiples dependencias estatales diseminadas en las administraciones nacionales, provinciales y municipales apuntan a esos mismos objetivos, como resultado evidente de una creciente demanda social.

De esta participación más activa podrán emerger respuestas satisfactorias al dramático requerimiento que hoy formulan miles de millones de personas.

El origen del agua terrestre es aún desconocido

Cada vez que termina una década, se la suele etiquetar con algún adjetivo que, en los tiempos que corren, frecuentemente es científico o tecnológico. La década pasada fue, tal vez, la década de la genómica. Comenzó con el primer borrador de la secuenciación del genoma humano y ha terminado con la secuenciación de los genomas de decenas de especies y con el desarrollo de nuevas y muy potentes técnicas de secuenciación.

No sé qué adjetivo acabará marcando a la década que acaba de comenzar, pero es posible que se convierta en la década de la vida extraterrestre. ¡Cuidado! No hablo aquí de seres inteligentes que viajan en naves espaciales, sino solo de vida, probablemente microbiana.

Y es que la misión Corot, lanzada por la ESA en 2007, y la misión Kepler, lanzada por la NASA en 2009, han descubierto, hasta el momento, 519 planetas extra-solares. Algunos de esos planetas son rocosos y guardan mayores o menores similitudes con nuestro querido planeta azul. Por esta razón, y por el avance de la tecnología y el desarrollo de hasta ocho nuevas misiones de exploración exo-planetaria que se iniciarán en la década que ahora comienza, es posible que, tarde o temprano, se descubra un planeta que contenga vida.

Es posible, pero ¿es probable?
Puesto que el tipo de vida que más probablemente puede existir en otros planetas depende de la presencia de agua líquida, para estimar la probabilidad de que un planeta similar a la Tierra contenga vida, primero debe averiguarse cuál el origen del agua sobre nuestro planeta, puesto que, aunque parezca mentira, todavía no lo conocemos.

Dos hipótesis
Como suele suceder con los temas científicos aún no completamente elucidados, suelen barajarse varias hipótesis, frecuentemente conflictivas, para intentar explicarlos. En este caso contamos con dos bien diferenciadas. La primera mantiene que la Tierra nació húmeda, es decir, con el agua que hoy vemos en mares y océanos, e incluso con la subterránea que no vemos.

La segunda hipótesis defiende que nuestro planeta adquirió el agua gracias a un bombardeo de asteroides y cometas que se produjo solo unos pocos cientos de millones de años tras la formación de la Tierra, y cuyas huellas pueden verse aún hoy en los cráteres de la Luna.

Ambas hipótesis plantean problemas
La primera sufre de la debilidad de que, en el momento de la formación de la Tierra por agregación de la materia en órbita alrededor del Sol, se estima que la temperatura era de unos 400ºC: el agua estaría vaporizada y, además, la fuerza de gravedad de la Tierra naciente no sería suficiente como para retener el vapor. Sin embargo, investigaciones recientes indican que algunos minerales supuestamente comunes en la materia inicial que formó la Tierra, como el olivino, pueden retener agua unida a ellos a temperaturas que rondan los 600ºC. Así pues, no está completamente descartado que la Tierra naciera húmeda, al menos un poco.

La segunda hipótesis sufre del problema de que los análisis físico-químicos del agua de los asteroides y de la Tierra indican que ambas son diferentes. ¿Cómo puede ser, si el agua es solo H20? Y bien, porque existen tres variedades de hidrógeno: el hidrógeno ordinario, el deuterio y el tritio.

El tritio es radiactivo y desaparece con el tiempo, pero el deuterio y el hidrógeno ordinario son estables y se encuentran en diferentes proporciones en el agua de los distintos cuerpos espaciales. Se ha comprobado que la proporción de deuterio en el agua de la Tierra y en los cuerpos del cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter es diferente, por lo que el agua de la Tierra no puede provenir solo de dichos asteroides.

Una nueva teoría, desarrollada gracias a potentes simulaciones de la formación del sistema solar por ordenador, viene a soslayar este escollo al sugerir que el agua terrestre no proviene de los asteroides del cinturón, sino de cuerpos mucho más alejados, localizados a una distancia similar a la de Plutón o más allá.

Las órbitas de estos cuerpos fueron modificadas por el planeta Júpiter y por su hermano menor, Saturno, en el proceso de su formación y de su migración desde el punto de su nacimiento hasta la órbita que ocupan actualmente. Así pues, los avances actuales no permiten descartar ninguna de las dos hipótesis que pretenden explicar el origen del agua sobre la Tierra.

Sin embargo, que sea una u otra la más cercana a la realidad es fundamental para estimar la probabilidad de que exo-planetas similares a la Tierra contengan agua y, por tanto, puedan albergar vida. Si la Tierra nació con el agua que contiene hoy, es de esperar que lo mismo suceda en otros sistemas planetarios. Si, al contrario, es necesario que se formen planetas gigantes en órbitas similares a donde lo ha hecho Júpiter para conseguir que cuerpos helados lejanos puedan colisionar con los planetas interiores y dejarles su agua, la probabilidad de que esto suceda en otros sistemas planetarios es mucho menor.

El informe publicado en Nature hace unos días es el primero que simultáneamente tiene en cuenta los efectos de la contaminación, de las presas, de la agricultura, de la destrucción de humedales y de la introducción de especies foráneas sobre la salud de todos los ríos del mundo.

El estudio ha sido dirigido por Peter McIntyre de UW-Madison y Charles Vörösmarty del CCNY y combina por primera vez diversos índices de seguridad del agua y bio diversidad de los ríos mundiales. El resultado del estudio dibuja un panorama nefasto. Los ríos del mundo están inmersos en una severa crisis, estando muchos de ellos altamente degradados debido a la contaminación, mal uso del agua e introducción de especies foráneas.

El 80% de la población humana vive en áreas donde el agua de los ríos está seriamente amenazada. Calculan que debido a esto miles de especies de plantas y animales están amenazados de extinción.  El estudio es el primero que analiza la seguridad del agua para los humanos a la vez que la bio diversidad.

El agua dulce es el recurso más esencial del mundo y de ella depende la vida humana y la economía, así como la existencia de incontables organismos que van desde los microscópicos a los anfibios, aves y animales terrestres de todo tipo. A lo largo de milenios el ser humano ha tenido una influencia creciente sobre los recursos de agua dulce. En particular, los ríos han atraído a los humanos y éstos los han alterado con presas, regadíos y otras prácticas agrícolas o ingenieriles desde el advenimiento de la civilización.

En tiempos recientes la contaminación química, la creciente población humana y la introducción, accidental o no, de especies foráneas ha tenido un fuerte impacto sobre los ríos y sus habitantes acuáticos. Lo que estos investigadores han visto es que cuando se tienen en cuenta todas estas amenazas sobre los ríos se puede ver un síndrome global de degradación fluvial. Los distintos ríos en diferentes partes del mundo están sujetos a amenazas similares: intensificación forestal, desarrollo industrial, modificación del hábitat…

La contaminación por mercurio, por ejemplo, es un subproducto de la generación de energía eléctrica en plantas térmicas de carbón, que lo arrojan al aire y los ríos se terminan contaminando vía la atmósfera terrestre. A pesar de que el estudio representa el “estado del arte” en el campo, los investigadores no fueron capaces de tener también en cuenta cosas como la influencia en los ríos de la minería, el aumento de los productos farmacéuticos en el agua y otros factores. Por tanto la situación es porbablemente peor.

Los investigadores se sorprendieron de los altos niveles de amenaza sobre los ríos de EEUU y Europa, pese a los supuestos esfuerzos realizados en las últimas décadas sobre control de la contaminación. Según explica Vörösmarty lo que estamos haciendo es tratando los síntomas sin solucionar el problema, cuando en realidad sería más efectivo en términos de costes proteger los recursos acuáticos en primer lugar.

Lo más grave es que hay menos agua en primavera y verano, que es cuando más falta hace para la agricultura. Además se produce menos electricidad de origen hidroeléctrico en estas estaciones y el agua para consumo humano o industrial también disminuye. Desde el punto de vista ecológico los ecosistemas se ven afectados por este cambio de patrón en el aporte de agua, las especies sufren y aumentan los incendios forestales y plagas.

La reserva de nieve es vital para la agricultura y para la gente en muchas partes del mundo. En las localizaciones antes mencionadas vive el 50% de la población mundial. En definitiva, la población del hemisferio norte depende de la nieve como reserva de agua.

De acuerdo a los resultados de este estudio, según el cambio climático se note cada vez más, aumentará la presión tanto sobre el control de inundaciones en la temporada fría como sobre la disponibilidad de agua en la temporada seca.

Esto sucederá en regiones más densamente pobladas del planeta que ya son muy dependientes del agua.

 El efecto ya ha empezado a hacerse evidente desde hace tiempo, según Diffenbaugh.
Este investigador y sus colaboradores usaron modelos climáticos avanzados y datos de las últimas décadas sobre las precipitaciones para predecir el futuro patrón de precipitaciones, acumulación de nieve, etc.

Encontraron que la acumulación de nieve disminuirá en zonas hasta ahora dominadas por la nieve en Norteamérica y sureste de Eurasia. “Nuestro análisis resalta le impacto potencial del cambio climático si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en la misma trayectoria”, dice Diffenbaugh.

 “Aunque el impacto más importante es probable que se dé a altos niveles de calentamiento global, nuestros resultados señalan el hecho que, si se continúa con las emisiones, en las próximas décadas se reducirá la acumulación de nieve en varias regiones, aumentando el riesgo tanto de inundaciones como de sequías en distintos periodos del año”, añade.

La situación no es mejor en los países en vías de desarrollo, pero según McIntyre la importante (y amarga) lección aprendida por los países más avanzados en este tema debe ser llevada a los que están en desarrollo para así promuevan estrategias de protección de las aguas y de la biodiversidad y que de esto modo no cometan los mismos errores. Según él, en lugar de invertir miles de millones de dólares en caras tecnologías de remediación se pueden llevar a cabo estrategias de protección.

Según el estudio los ríos que están sometidos a menos amenazas son aquellos donde la población humana es menor. Los ríos en regiones árticas y en áreas remotas de los trópicos parecen ser los que disfrutan de mayor salud. ¿Por cuánto tiempo?