22 octubre 2014

AGRO NACIONAL: VEJEZ SIN FUTURO

El futuro de los peruanos es cada día más incierto, pues la gran mayoría no cuenta con una pensión digna para vivir, esta realidad se convierte en tragedia si hablamos de los trabajadores agropecuarios. Hoy, el 90% de los trabajadores agropecuarios vive sin seguro de pensiones. Sin embargo, los esfuerzos del Ejecutivo se centran principalmente en la agroexportación dejando de lado al agro nacional, cuyos limitados excedentes no permite generar algún ahorro. ¿Quién protege el futuro de los trabajadores agropecuarios?
Según un artículo de La revista AGRARIA, la población económicamente activa ocu­pada (PEA ocupada u ocupados) en el Perú alcanza las 15’683,616 personas, de las cuales el porcentaje mayor trabaja en actividades agrope­cuarias (3’759,261). Sin embargo, en esta rama, solo 389,716 trabajadores (10% del sector agropecuario) declaran aportar a algún sistema de pensiones. Así, mientras la minería, que genera menores puestos de trabajo en comparación con el agro, es la actividad con mayor tasa de protección social, los trabajadores agropecuarios son la última rueda del coche.

PEA ocupada según rama de actividad y afiliación al sistema de pensiones, 2013

Fuente: Cepes
Si tomamos la situación por edades las cosas tampoco pinta bien. En el sector agropecuario, el 74% de los ocupados se concentra en edades inter­medias (18 a 64 años), el 10% son menores de edad (14 a 17 años) y el 16% adultos mayores (60 a más). Los ocupados del rango de edad «65 a más» en el sector agropecuario representan el 10%; es decir, son más de 241 mil hombres y 172 mil mujeres los que, en este sector, aun contando con la edad de jubilación, continúan trabajando en la actividad. En conclusión, la mayoría de la población dedicada al agro es adulta y con importante participación de adultos mayores, incluso mucho más que en otras actividades de la economía. Esta situación, sumada a la bajísima tasa de afiliación, convierte al sector agropecuario en el sector más desprotegido del país.

En tanto, por categoría ocupacional, se observa que la afiliación de los asala­riados agropecuarios (empleados y obreros) en la costa es claramente mayor que en la sierra y la selva: el 6% de los empleados de la costa no aportan y 59% en el caso de los obreros. Resulta evidente que la con­centración de empresas agroindustriales, agroexportadoras, predios de gran tama­ño, y la mayor capitalización, juegan un rol crucial en este mayor aporte de la costa.

Dado que la actividad agropecuaria es fundamental para el desarrollo de la soberanía alimentaria en el país, resulta urgente resolver el problema de la se­guridad social de un sector caracterizado por ingresos bajos, poca conectividad, gran proporción de trabajadores adultos y adultos mayores, y escasa presencia de trabajo asalariado —sobre todo, en la sierra y la selva. La afiliación a un sistema de pensiones en favor de los trabajadores agropecuarios es un gran desafío que el presente y los futuros gobiernos deben afrontar.
Otra Mirada

20 octubre 2014

"LAS CIUDADES LATINOAMERICANAS NO SON SOSTENIBLES"

El Director de ONU-Habitat para América Latina y el Caribe, Elkin Velásquez, ha asegurado que si las ciudades de América Latina siguen siendo así de "insuficientes" y "segregadas", no serán sostenibles en un futuro.
Foto: Europa Press
En este sentido, Velásquez ha señalado que las comunidades más pobres de las ciudades latinoamericanas han estado "segregadas" desde que se urbanizó el continente, por lo que "ese modelo expandido en suelo barato no es sostenible".

Además, estas ciudades que están segregadas, ha comentado, crearon "condiciones propicias para que se diera el problema de la inseguridad" porque las separaciones de viviendas edificadas "construyen muchas inseguridades".

La segregación e inseguridad también se fomentan por la propia estructuración de los barrios, en donde "algunos carecen de vida a partir de las seis de la tarde" -barrios dedicados a la industria y al comercio-, y otros son únicamente residenciales.

El Director ha indicado que estos problemas han sido generados por el modelo de urbanización de las ciudades de Latinoamérica, una región que se urbanizó "en las últimas décadas" y que, "según los técnicos", pasó la transición urbana en los años setenta, alcanzando "el 75 por ciento de urbanización" hoy en día.

Otros continentes como África presentan una expansión mayor y suficiente para hacer un desarrollo urbanístico (sólo un 30 por ciento está urbanizado), o Asia, en donde el 50 por ciento del espacio está urbanizado.

Sin embargo, Velásquez ha comentado que en América Latina se pueden "revitalizar, rehabilitar y reinventar" las ciudades para favorecer su desarrollo sostenible.

Para ello, ha apuntado, se necesitan tres condiciones: el "liderazgo político", la inclusión de la participación ciudadana y no hacerlo "sólo de manera tecnocrática, sino con la comunidad" y, por último, la necesidad de los "recursos apropiados" para "reorientar" las ciudades.

La buena noticia, ha explicado Velásquez, es que "hay buenas experiencias en América Latina" que certifican que esto es posible, como por ejemplo Santiago de Chile -donde la alcaldesa está revitalizando el centro de la ciudad-, Sao Paulo o Curitiba.

Estas ciudades "han mezclado el uso de los suelos" para que haya dinamismo y se recupere la vida en los espacios públicos, y han desarrollado un esquema que facilita la "mezcla de las clases sociales" porque en América Latina "hay mucha segregación social" y hay que "revitalizar esto, mezclarlo", detalló.

Para pagar estas inversiones de desarrollo y utilizar "estas buenas experiencias", Velásquez ha aclarado que hay que tener "conversaciones" con la Banca de Desarrollo, pero ha hecho hincapié en que, si se realizan estas modificaciones a las ciudades, "se les puede agregar valor", por lo que es posible construir una "economía de aglomeración".

De este modo, para que en América Latina haya un nuevo modelo de "redesarrollo urbano", hay que ver si "hay articulación entre los gobiernos y las comunidades sociales" y tratar de "dibujar e imaginar muy bien cada una de las ciudades", recalcó.

Para finalizar, Elkin Velásquez ha afirmado que el modelo ideal de urbanismo sostenible es una ciudad "incluyente, compacta y no segregada".
Notimérica.com