04 septiembre 2013

EXISTE UN COMERCIO JUSTO PARA LA PEQUEÑA AGRICULTURA?

A juzgar por lo que declaran los pequeños productores (PP), el comercio justo (CJ)(1) no existe, pues los intermediarios son los que tienen todas las ventajas. Hace treinta años surgió en Europa un movimiento —conformado por varias organizaciones de la sociedad civil— decidido a instaurar un comercio justo. ¿En qué consistía? En reconocer y valorar los bienes generados por pequeños productores. Dicho movimiento creó así el sello de Fairtrade Labelling Organizations (FLO), para promover condiciones laborales y económicas justas para los PP.
Pero lo que nació como un sistema exclusivo para la pequeña agricultura en el mundo, ahora también beneficia a transnacionales como Dole, Neuman, entre otras.

«Cuando la demanda de comercio justo empezó a crecer, el sello FLO se vio en la necesidad de contar con mayor producción, y es ahí cuando empiezan a incorporarse transnacionales, beneficiándose también a los trabajadores de estas», explica Arnaldo Neira, expresidente de la Coordinadora Nacional de Comercio Justo Perú (CNCJ). En resumen, no se está cumpliendo el objetivo principal del sistema: reivindicar el trabajo del pequeño productor.

En la actualidad existen una serie de cuestionamientos, en el Perú, sobre cómo el CJ beneficia al PP y si, en efecto, lo hace. Frente a ello, surgen varias preguntas: ¿cuál es el rol del Ministerio de Agricultura en todo esto?, ¿existe algún ente regulador de este sistema?, ¿qué políticas públicas están pensadas para impulsar el CJ? Tal parece que la respuesta en todos los casos es negativa.

Por ello, urge —por lo menos a nivel local— implementar políticas agrarias para promover el CJ y a los pequeños productores, e impulsar así un sistema sostenible. Por ahora, solo hay un trabajo aislado de organizaciones de la sociedad civil, que, a vista de las evidencias descritas anteriormente, viene dándose aún con muchas taras.

Datos positivos
Pese a todo, la iniciativa del CJ necesita seguir siendo impulsada, pues no se puede negar el impacto que ha tenido hasta el momento en los pequeños productores. Arnaldo Neira menciona que «si uno visita cualquier organización articulada al comercio justo, es evidente la huella positiva que ha tenido en sus vidas: muchos han mejorado sus procesos agronómicos; otros, la zona donde viven, con carreteras y postas.

Sin embargo, es indudable que aún falta más trabajo por hacer»(2). Sólo en 2012, el Perú exportó más de 400 mil quintales de café bajo la modalidad de CJ(3). Es un dato que revela la creciente importancia de este sistema entre los productores peruanos.

Notas:
(1) «El Comercio Justo es una asociación comercial que se basa en el diálogo, la transparencia y el respeto, y que intenta conseguir más igualdad en el comercio internacional. Contribuye al desarrollo sostenible porque ofrece mejores condiciones comerciales a los trabajadores marginados» (definición internacional).
(2) Según informa la CNCJ Perú, una parte del dinero recibido como parte del CJ es invertido en mejorar los procesos de producción y el desarrollo local de los productores y sus familias.
(3) Información tomada de la Coordinadora Nacional de Comercio Justo Perú.
Revista Agraria N° 154