27 febrero 2014

JOSÉ LEONARDO ORTIZ: DISTRITO QUE VIVE EN EMERGENCIA

La imagen de niño jugando en una laguna de aguas servidas quedará grabada para siempre en la historia del distrito de José Leonardo Ortiz, más porque son sus menores conviviendo con los afloramientos del desagüe de la calle Ricardo Palma, la misma que hace más de un año, al igual que otras arterias del pueblo joven Garcés, parece sumida en el abandono total.
Este panorama no hace más que generar indignación en los vecinos, quienes tienen que soportar los olores nauseabundos generados por los residuos fecales acumulados en las veredas y las pistas; protegerse ellos y a sus hijos de los zancudos, de las infecciones estomacales, respiratorias y de la piel. Es más, soportar que las aguas residuales rebalsen al interior de sus viviendas.

Ilusión perdida
En las elecciones municipales del 2010 muchas fueron las esperanzas depositadas en la candidatura del arquitecto Raúl Cieza Vásquez, quien como candidato del Partido Humanista Peruano aspiraba al sillón leonardino con una propuesta que parecía ser sólida y capaz de revertir la situación de abandono y caos que en ese momento exhibía el distrito de mayor densidad poblacional en la región, después de Chiclayo.

Sin embargo, poco a poco las esperanzas de los vecinos se fueron diluyendo. Tres años después de iniciado el gobierno de Raúl Cieza Vásquez, la condición urbana de José Leonardo Ortiz ha empeorado y el descontento de los pobladores es justificable. Basura acumulada en las calles, caos en el comercio ambulatorio, pavimentos y aceras deterioradas, obras mal ejecutadas o inconclusas, desagües colapsados, un transporte caótico e inseguridad, son el pan de cada día en José Leonardo Ortiz y frente a ello poco o nada se ha hecho.

Tremendo error
Hace dos años la municipalidad distrital licitó con la empresa ‘J&J Contratistas Generales’ la pavimentación de las calles San Antonio, Ricardo Palma y Miraflores en el pueblo joven Garcés por un monto superior a los 900 mil soles. Sin embargo, cuando la constructora inició la remoción de tierras las redes de agua y desagüe colapsaron, disponiéndose la inmediata paralización de los trabajos.

Recién allí, con las aguas servidas en la superficie, la municipalidad se dio cuenta que la red de saneamiento del sector tenía más de 30 años de antigüedad y, por lo tanto, primero debía ejecutarse la renovación del sistema. Es así como la gestión de Cieza Vásquez firmó un convenio con la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento – EPSEL para la ejecución del proyecto integral de renovación de redes de agua y alcantarillado en el pueblo joven Garcés, obra presupuestada en más de 615 mil soles.

Dichos trabajos fueron contratados por la comuna en agosto del 2012 al ‘Consorcio HV’, pero quedaron paralizados en marzo del año pasado debido a imprecisiones del expediente técnico elaborado por la misma municipalidad y deficiencias que obligaron, por ejemplo, a que las tuberías nuevas sean reemplazadas más de una vez porque los atoros y aniegos siguen presentándose.

Indignación vecinal
Felipe Guevara Vélez, vecino de la calle Ricardo Palma, comenta con amargura que ha tenido que colocar una tapa de madera sobre un buzón para evitar que los niños, quienes inocentemente juegan entre el desmonte y las aguas servidas, sufran un accidente.Sus palabras resumen en parte el malestar que sienten los moradores de la zona, pues asegura que la obra de saneamiento parece un engaño.

“Nos arrepentimos de haber confiado en una persona que ha sido capaz de olvidar a su juramento de defender los intereses del pueblo y nos ha condenado al abandono absoluto. Llevamos dos años con nuestras calles convertidas en trincheras de guerra, con la exposición al peligro constante por las aguas servidas y los huecos. Si algo caracteriza a este alcalde, definitivamente en la indolencia”, asevera.

En la calle siguiente, llamada San Antonio, la realidad es similar. Allí, producto de las aguas servidas acumuladas ha crecido hierba mala alrededor de los buzones, vegetación que cubre la acequia artificial que se ha formado y no es más que un foco de alta contaminación ambiental. Para la vecina Julia Tineo Barrera, la inacción de la gestión municipal frente a la problemática que se vive amerita que sea considerada como la peor en la historia del distrito leonardino.

“No hay duda que este es el peor alcalde que ha tenido José Leonardo Ortiz en su historia, porque cada día no solo demuestra su incapacidad, sino también el descaro porque siempre se justifica diciendo que quieren hacerle daño a su gestión cuando se le cuestiona. Lo real es que en el distrito padecemos esta problemática todos los días. Empezaron esta obra, la paralizaron, luego volvieron y finalmente nos han dejado con todo colapsado y sin solución aparente”, refiere Tineo Barrera.

En la misma calle, el caso de Jenny Gómez Gómez es uno de los penosos. En su vivienda, que es a la vez un taller que antes funcionó como lavadero de carros, las aguas servidas ingresan cada vez que se colmatan los desagües, exponiendo a ella y sus pequeños hijos a todo tipo de enfermedades.

“No solo hay zancudos, también cucarachas y ratas. Me apena mucho que el alcalde no tenga en consideración que son nuestros niños los que más se perjudican con esta situación. Vivir así es indigno, inhumano y eso parece no importarle. ¿Cuánto tiempo más estaremos así?”, señala.

Inubicable 
Expresión acudió en búsqueda del alcalde Raúl Cieza pero fue imposible, incluso por la vía telefónica, que este nos atendiera para hablar sobre la problemática del pueblo joven Garcés. Con quienes sí fue posible dialogar fue con los funcionarios de EPSEL, entidad que como se ha explicado mantiene un convenio con la Municipalidad de José Leonardo Ortiz para la ejecución del proyecto de saneamiento básico. El arquitecto José Baca Távara, gerente general de la empresa, aclaró que es la municipalidad la que mantiene la unidad ejecutora del proyecto y que su representada, de acuerdo a ley, solo tiene capacidad de asignar un coordinador de obra cuyas recomendaciones no son ni vinculantes ni obligatorias de cumplir por parte de la contratista.

“De todas las obras físicas se encarga tanto la municipalidad como la contratista, nosotros ni siquiera tenemos potestad para intervenir y que nuestras observaciones a los trabajos serán acatadas. Esta es una situación que se genera por la normatividad vigente y lamentablemente es imposible hacer algo al respecto”, respondió el funcionario.

Baca Távara explicó que EPSEL ha cumplido hasta el momento de asignar los recursos que de su parte corresponden a la ejecución del proyecto.  Por su parte, el gerente de proyectos y obras de EPSEL, ingeniero Néstor Salinas Vásquez, refierió que es obligación de la contratista la implementación de un plan que mitigue el impacto ambiental que genera la obra, aun cuando esta se encuentra paralizada.
Semanario Expresión

26 febrero 2014

CAMBIO CLIMÁTICO Y AGRICULTURA: UNA RELACIÓN CON UN FUERTE IMPACTO IMPACTO EN EL PERÚ

El cambio climático y sus efectos son innegables; más aún, muchos de los cambios observados desde la mitad del siglo pasado, no tienen precedentes en rangos de décadas a milenios. De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (1) (IPCC, por sus siglas en inglés), los océanos y la atmósfera se han calentado, la cantidad de nieve y hielo ha disminuido, el nivel del mar ha subido y la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) ha aumentado. La tasa de elevación del nivel del mar desde la mitad del siglo XIX es mayor que la tasa promedio de los dos milenios anteriores. Además, cada una de las últimas tres décadas fue sucesivamente la más caliente desde 1850.
En 2013, un grave impacto del Cambio Climático, fue la propagación de la roya amarilla en las plantaciones de café. Los modelos de adaptación permitirán supervisar las temperaturas e indicar el momento de expandir la sombra para los cafetos.
Las actividades productivas humanas, mediante la combustión de combustibles fósiles, son la causa dominante en el calentamiento del planeta. Entre 1750 y 2011, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) —producto de la combustión de combustibles fósiles y la producción de cemento— son de 375 GtC (gigatoneladas) (2), y las emisiones derivadas de la deforestación y otros cambios de uso del suelo suman 180 GtC (3). Asimismo, la velocidad del cambio se está acelerando. Investigaciones recientes estiman que al menos 1 billón de personas viven en zonas cuyo clima superará sus límites históricos de variabilidad en 2050 y que estos climas sin precedentes ocurrirán más pronto en los trópicos, donde se concentran países de bajos ingresos (4).

Impactos y pérdidas
La relación entre cambio climático y agricultura es bidireccional: en un sentido, la agricultura —como fuente de emisiones de GEI— está entre las causas del cambio climático; en otro, este tiene efectos sobre aquella. En el primer sentido, se estimó que del total de emisiones de GEI del Perú en 2000, 47% se debían al cambio de uso del suelo y la silvicultura, y 18.9% se atribuían a la agricultura. De las emisiones agrícolas, 46% y 43% corresponden a la fermentación entérica del ganado (fundamentalmente, vacuno) y las emisiones de óxido nitroso (N2O) por el uso de fertilizantes (5), respectivamente.

En el segundo sentido, el cambio climático impacta en la agricultura tanto mediante los eventos extremos como por la sostenida modificación, principalmente, en la precipitación y temperatura. Se estima que en el periodo 1995-2007 se perdió la producción de 445 mil hectáreas (con pérdidas de S/.2,600 millones para el Estado) por efecto de la variabilidad climática (6). La campaña 2006-2007 reportó las mayores pérdidas de aquella década, las que superaron los S/.250 millones. En la segunda mitad de 2013 fuimos testigos de cómo las nevadas (eventos extremos) causaron la muerte de miles de camélidos sudamericanos. El impacto directo de ambos tipos de eventos en la producción agraria tiene consecuencias en los medios de vida de los productores y la seguridad alimentaria nacional.

Una respuesta al cambio climático
La respuesta sectorial más integral y de mayor alcance frente al cambio climático es el Plan de Gestión de Riesgo y Adaptación al Cambio Climático (Plan Gracc 2012-2021), que, liderado por el Ministerio de Agricultura y Riego, es un instrumento de gestión que vincula estrategias, lineamientos de política, propuestas y acciones, desde el gobierno nacional hasta los gobiernos locales.

El método descentralizado y participativo del Plan se combina con una perspectiva de gestión de riesgos, análisis de exposición y sensibilidad frente a eventos climáticos extremos. El resultado mapea la vulnerabilidad de doce cultivos y tres forrajes, analiza los riesgos de cultivos y crianzas, por evento climático en cada región. El documento contribuye, pasando del diagnóstico a la propuesta, con 159 proyectos, articulados en cinco ejes estratégicos: investigación, tecnología e información; preparación y respuesta a emergencias; prevención y reducción de riesgos; planificación para el desarrollo; y mejoramiento de capacidades locales.

Los avances del Plan Gracc para disminuir los riesgos, vulnerabilidades y efectos de eventos climáticos extremos que ocurren en el corto (a veces inmediato) plazo, tienen que ser complementados con estudios de los impactos del cambio climático en el sector agrario. En este sentido, el proyecto Amicaf (Evaluación de los impactos del cambio climático y mapeo de la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria bajo el cambio climático para reforzar la seguridad alimentaria familiar con enfoques de adaptación de los medios de subsistencia) —FAO, Minagri y Senamhi— plantea un análisis nacional, que se suma a otros estudios de impacto apoyados por la cooperación técnica internacional en regiones como Piura y Junín.

Identificando estrategias de adaptación
La aproximación desde los impactos se sustenta en modelos, escenarios y proyecciones climáticas con distintos horizontes temporales (corto, mediano y largo plazo). Este tipo de aproximación permite identificar los periodos en los cuales los cambios en las variables climáticas harán muy difícil (o costoso) el mantenimiento de algunos cultivos o crianzas en algunas zonas. Idealmente, los modelos también podrán indicar las zonas donde nuevas oportunidades productivas emergerán.

Así, los modelos podrían indicar a partir de qué año las temperaturas en las zonas caficultoras harán necesario expandir la sombra para los cafetos; cuándo el cambio en el clima hará que una zona deje de ser apta para los cultivos tradicionalmente ubicados en esta; cuándo transformar el sistema agrícola en pecuario (o viceversa), invertir en infraestructura de riego para compensar la escasez de agua y/o el incremento de temperatura. Los productos de proyectos como Amicaf identificarán qué cultivos serán impactados por cuáles variaciones climáticas en distintos periodos temporales y regiones, y cómo estos impactos afectan la seguridad alimentaria.

En este sentido, los estudios de impacto permitirán orientar políticas y acciones adaptativas gubernamentales, como, por ejemplo, infraestructura productiva, de almacenamiento, financiera, científica, que complementen las respuestas locales que han venido lidiando con la variabilidad climática. Esta complementariedad entre los modelos de impactos, gestión de riesgo frente a eventos extremos, y la adaptación local, puede generar tanto sistemas productivos resilientes (7) o transformadores frente a los impactos del cambio climático, como hogares con una seguridad alimentaria menos vulnerable a lo largo de distintas escalas temporales.
Notas:
(1) IPCC (2013). «Summary for Policymakers». In Climate Change 2013: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change.
(2) Una gigatonelada es mil millones de toneladas.
(3) IPCC (2013).
(4) Mora et al. (2013). «The projected timing of climate departure from recent variability». Nature 502 (7470):183-187.
(5) Ministerio del Ambiente – Minam (2010). El Perú y el cambio climático. Segunda comunicación nacional del Perú a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Lima: Minam, GEF, PNUD.
(6) Ministerio de Agricultura – Minag (2011). Adaptación al cambio climático para la competitividad agraria. Lima: Minag, Minam, GIZ.
(7) La resiliencia es la capacidad de un sistema de reducir, prevenir, absorber, adaptarse, recuperarse o transformarse ante los efectos de una perturbación en una manera eficiente y en tiempo apropiado, lo que incluye el mantenimiento, restauración o mejora de sus estructuras básicas fundamentales, organización y funciones (United Nations 2013. Plan of Action on Disaster Risk Reduction for Resilience).
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*Julio C. Postigo es Consultor de FAO. PhD en geografía. Gerente nacional del proyecto Evaluación de los impactos del cambio climático y mapeo de la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria bajo el cambio climático para reforzar la seguridad alimentaria familiar con enfoques de adaptación de los medios de subsistencia (Amicaf).
Servindi

24 febrero 2014

LAS 3 VERDADES DEL CAMBIO CLIMÁTICO QUE YA DEBERÍAS CONOCER

Foto editada. Foto original: Attribution Attribution by angelo
El cambio climático es algo que nos va a impactar a todos de alguna forma u otra. Es más, este problema ambiental es acumulativo por naturaleza, lo que significa que aunque reduzcamos todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) hoy, todavía seguiremos sintiendo los efectos negativos de estas sustancias por mucho tiempo.

¿Pero cuáles son las verdades sobre el cambio climático que más nos van a afectar a los humanos y que deberías conocer?

1. Un mundo mucho más cálido
Si no actuamos ahora, la temperatura del planeta podría aumentar en promedio 4 ó 5 grados centígrados en 2100 y mucho más después. Es más: las temperaturas terrestres en los continentes podrían llegar a aumentar hasta 10 grados centígrados en algunas zonas,  según un estudio reciente del Panel Intergubernamental del Cambio Climático – IPCC.

2. Océanos ácidos
El aumento de la temperatura no solo va a hacer aumentar el nivel del mar; también hará que los océanos sean cada vez más ácidos, ya que aproximadamente el 25% de los gases de efecto invernadero que hemos emitido ya han sido absorbidos por los océanos, lo que resultará en impactos más severos en el coral marino y otros ecosistemas. La acidificación de los océanos es un problema porque reduce la concentración de carbonato de calcio, un alimento esencial de corales, crustáceos, moluscos y otras especies marinas.

3. Un clima peligroso
Se estima que sin acciones de mitigación extremas hoy, los eventos climáticos extremos como los huracanes, tormentas tropicales se incrementarán en los próximos años. Algunos como los huracanes y tormentas tropicales aumentarán en intensidad. Los eventos de precipitación extremos se incrementarán en un 20%.  Estos eventos climáticos los estamos sintiendo ya en la actualidad en varias zonas de América Latina y el Caribe: sólo en 2013, los huracanes Manuel e Ingrid provocaron desastres en ambas costas de México con unos costos estimados en varios miles de millones de dólares.

Sabemos las consecuencias pero, ¿ya se ha hecho algo para atajar el problema? Según un estudio reciente del Banco Mundial, las acciones de mitigación comprometidas (aunque no implementadas) a la fecha en las reuniones internacionales de Copenhague y Cancún sitúan al planeta en una trayectoria de calentamiento promedio por encima de los 3 grados centígrados. Estas acciones no son suficientes: bajo este escenario no se garantizaría la supervivencia de los corales (al no revertirse la acidificación progresiva de los océanos) y, según las estimaciones del IPCC y el Banco Mundial, no se revertiría el calentamiento global.

En conclusión: ¿Por qué es tan importante actuar ahora?
Según un estudio reciente del Banco Mundial, limitar significativamente nuestras emisiones de efecto invernadero desde hoy podría, por ejemplo, incrementar significativamente las posibilidades de asegurar la supervivencia de los corales, un ecosistema de cuya importancia ya hablamos en este post.  Incluso se podría revertir la tendencia de calentamiento global en los próximos años limitándolo a 1 grado centígrado (actualmente está alrededor de 0.8 grados centígrados).

Tú podrías empezar a ayudar ahora caminando  en vez de usar auto, disminuyendo el consumo de energía en casa, entre otras medidas. Está en nuestras manos el encontrar mecanismos que nos obliguen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por el bien de nosotros, nuestros hijos y el planeta.
BID