08 octubre 2010

Gran Muralla Verde¡¡

La "Gran Muralla Verde", como se conoce al bosque artificial sembrado en China para frenar el rápido avance del desierto, ocupará 400 millones de hectáreas en 2050 y cubrirá más de 42 por ciento del territorio nacional. Pero especialistas critican sus mentados beneficios para contener el cambio climático. China tiene el bosque artificial más grande del mundo, que cubre más de 500.000 kilómetros cuadrados. El gobernante Partido Comunista anunció este año que cumplió su objetivo para 2010 de abarcar 20 por ciento del territorio. El gobierno se propone plantar una franja de árboles de 4.480 kilómetros que se extenderá de la provincia de Xinjiang, en el extremo oeste, hasta la de Heilongjiang, en el este. El proyecto comenzó en 1978. La Asamblea Popular Nacional, órgano legislativo de China, aprobó tres años después una resolución que obliga a toda persona mayor de 11 años a plantar al menos tres álamos, eucaliptos, alerce, u otro, al año.

La gente de a pie plantó unos 56.000 millones de árboles en China en la pasada década, según datos oficiales. En 2009 se sembraron 5,88 millones de hectáreas. Es el "mayor programa que se haya visto en el mundo", sostuvo el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore (1993-2001). China siembra dos veces y media más árboles al año que el resto de países reunido, señaló el premio Nobel de la Paz.

China superó a Estados Unidos como el mayor emisor de dióxido de carbono del mundo en 2007. Se prevé que la tendencia continúe de la mano del crecimiento económico de este país. Beijing invirtió grandes sumas de dinero en tecnología limpia y prometió cerrar miles de fábricas altamente contaminantes. Pero su falta de compromiso con estándares y acuerdos internacionales y la lentitud de sus avances en la materia, le valieron críticas de numerosos países.

Los beneficios de la reforestación son evidentes, según sus defensores, porque ayudan a frenar el rápido avance del desierto en el oeste y norte del país. China informó en 2006 que 2,63 millones de kilómetros cuadrados, 27 por ciento de su territorio, era desierto, por encima del 18 por ciento registrado en 1994, según un informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Además, la pradera disminuye de forma drástica 15.000 kilómetros cuadrados al año desde principios de los años 80.

Los nuevos bosques absorben más dióxido de carbono que los de crecimiento lento, que casi no quedan en China. Árboles de crecimiento rápido como el álamo y el abedul blanco capturan quizá el doble de dióxido de carbono que los abetos, los alerces y los pinos coreanos, según especialistas.

El gobierno se sirve de la Gran Muralla Verde como propaganda de sus esfuerzos para combatir el cambio climático. Unos tres millones de miembros del Partido Comunista, funcionarios y trabajadores modelo plantan árboles en la primavera boreal, un acontecimiento muy publicitado en el país. En abril, el presidente Hu Jintao sembró árboles en Beijing para celebrar el 26 aniversario del programa voluntario en la capital. Dos millones de personas se unieron al mandatario, según el estatal Diario del Pueblo.

El gobierno subraya la importancia del bosque para combatir décadas de daños ambientales, pero la campaña oficial tiene varios detractores. Los críticos sostienen que las especies plantadas y su ubicación limitan la efectividad de la iniciativa. La Gran Muralla Verde contribuye a un significativo declive de la calidad del bosque, arguyen. Además, muy pocos animales se asientan, coinciden varios especialistas.

La cubierta boscosa aceleró la degradación ecológica al ejercer presión sobre el precioso recurso hídrico en zonas áridas y semi-áridas, explicó Jiang Gaoming, profesor del Instituto de Botánica de la Academia de Ciencias China y vicesecretario general de la Sociedad para la Conservación Biológica. Las especies plantadas en el marco de la Gran Muralla Verde no son autóctonas, dijo a IPS.

"Los árboles nativos son más eficaces previniendo la desertificación", remarcó. La reforestación y la creación de nuevos bosques donde antes no había, de hecho, disminuyen el potencial de la cubierta vegetal para contener el cambio climático, según un estudio de la Universidad de Oklahoma y la de Fudan, en Shanghái, divulgado en mayo.Las zonas donde los árboles autóctonos fueron reemplazados por nuevas especies no ayudan a controlar las emisiones de dióxido de carbono, concluye la investigación. Al convertir tierras agrícolas en bosques se disminuye la capacidad del suelo para absorber gases contaminantes.

El suelo convertido pierde 80 por ciento de su capacidad para degradar el metano, otro gas de efecto invernadero que concentra más calor en la atmósfera que el dióxido de carbono, según los autores del estudio. La Gran Muralla Verde contribuyó un poco a disminuir el avance del desierto, reconoció Jiang Fengguo, director de la Estación de Supervisión de la Conservación del Agua y del Suelo de Hexigtan Banner, en la región autónoma de Mongolia Interior.

Pero también le preocupa el impacto que pueda tener la iniciativa en la cadena biológica local, incluidas las especies animales. Es posible que no sea suficiente, dijo a IPS. "Seguirán habiendo problemas. La desertificación existe y el deterioro continuo del ambiente no se revirtió", remarcó.
IPS Agencia de Noticias

06 octubre 2010

Lo que la Gente del Marañon dice de PLUSPETROL (Testimonio Fotográfico)

I.- ¿Tan solo… fotos? (Comunidades del distrito de Nauta)M.M.V. 2 años (10 Sep. 2010)
A.V.M 16 años (10 Sep. 2010)
S.C.C 51 años (10 Sep. 2010)
II.- “Ante el dolor de los demás”
“No debería suponerse un «nosotros» cuando el tema es la mirada al dolor de los demás”
Susan SONTAG, Ante el dolor de los demás, Santillana, Madrid 2003, 8.

Estas fotos no nos dejan indiferentes, conocemos sus nombres, sus comunidades, su forma de vida. Son personas humildes, pero son “gente”, como se dice en el Marañón, para hablar de la dignidad. Poseen biografía. Toman agua del río, algunos acuden a la chacra para trabajar, otros al colegio, juegan fútbol y escuchan música tropical, ven espíritus en el río y son capaces de curar un mordido de víbora con icaros, por indicar algunas pocas características. Fotos, porque Occidente privilegia la visión, aunque para ellos en estos momentos más intenso es el tacto: la comezón, el picor, la quemazón, el prurito.

Efectos
Comienza por una comezón intensa. Los adultos no la resisten, imagínense los niños. Brotan unos granos en forma de sarpullido, en el Marañón se le denomina caracha, y cuando desaparece quedan manchas en la piel. En muchos niños las primeras etapas van acompañadas de fiebre. En las noches lloran. Sus padres, entre impotentes y resignados, tienen que trabajar al día siguiente sin haber descansado.En esta ocasión no se han pintado ellos, ni los ha “pintado” algún animal (ronsoco), ni han quebrado una dieta. En palabras de una señora: “le ha cutipado esa comida de la Compañía: tallarín y conserva”.

Causas
Las personas utilizan dos argumentos para explicar su estado de salud. En ambos argumentos apuntan a la Pluspetrol.
1. El agua del río.
2. El atún que les ha brindado la Pluspetrol por la emergencia al contaminar el río.

La primera está considerando el baño como un factor de problemas en la piel. No es un argumento baladí. Para personas que el río es fuente de vida, en torno al cual gira su existencia, contaminar el río es causar un grave daño difícilmente reparable.
En el trópico el baño diario es uno de los requisitos más importantes, como factor de socialidad: refrescar la piel, mantener limpio el cuerpo, evitar malos olores a las personas que están cerca. El olor para el pueblo kukama no tiene nada que ver con lo que piensan los occidentales. Su olfato es mucho más refinado. Son capaces de seguir el rastro de un animal que ha pasado por un lugar hace un par de días por su olor. Tener miedo a bañarse, como ocurre en algunos casos, afecta a la socialidad.
Los niños son los primeros en bañarse. A medida que va llegando el anochecer es el turno de las personas mayores. Bañarse, con la posibilidad de que tengas problemas de piel, es una actividad altamente riesgosa, para muchas personas en estos momentos. (Se ha llegado al caso de personas con dolores de riñón porque no tenían agua potable para tomar, por miedo a tomar el agua del río).

La segunda tiene en cuenta la respuesta, muy tardía y con problemas serios, de la entrega de alimentos para las familias afectadas: tallarín, arroz, aceite, atún, agua y algunas otras cositas. Hace más de un mes se presentaron casos de personas con problemas de piel. El doctor de la Pluspetrol ha visto estos “pacientes”, los ha atendido. Sin embargo, un mes después la Pluspetrol continúa entregando estos alimentos. Ellos, tan preocupados por la imagen, entregan alimentos a los afectados. No importa que les hagan daño a las personas. Lo único que importa es que el mundo vea que la Pluspetrol entrega los alimentos.

Un cambio alimentario de este tipo tiene consecuencias a largo plazo. No seamos malévolos: el atún es de calidad y está en buenas condiciones sanitarias. Lo que la Pluspetrol no consideró es la población a la que se dirige: población indígena kukama. Con su bien pensante occidentalización no preveen los efectos colaterales. Digamos que no les ha importado, puesto que se dirigen a la opinión pública (donde virtualmente quedan excluidos los indígenas).

Pese a saber que hace más de un mes están apareciendo estos problemas no han cambiado la dieta. Así se explica que algunas familias hayan vendido el atún a los comerciantes. Si me hace daño, prefiero cambiarlo por plata para ayudarme en otras necesidades. Personas que no están acostumbradas a comer atún, de repente se ven con una cantidad de atún que jamás han soñado en su vida. Algunas familias han comido más atún esta temporada que en toda su vida.

Encima que les apoyan se quejan. Si no hubieran contaminado (no es la primera vez), la gente pescaría tranquilamente y comería mucho más sano. Ahora chupan zancudo porque la pesca ha disminuido considerablemente y tienen que comer el atún que les causa daño.

Y el Estado peruano…Pese a que ya va para tres meses del derrame muchas personas no han sido atendidas todavía en salud. Ningún doctor se ha acercado a sus comunidades y estoicamente resisten los embates del comezón. Cada quien aguantando su dolor y sufrimiento pacientemente como si fueran cosas del destino. Desde luego si el Ministerio de Salud ha dispuesto de alguna emergencia se ha notado muy poco. Al Estado peruano parece no importarle en absoluto su población del Marañón. A quien debería darle comezón es al gobierno peruano, que en lugar de defender a sus ciudadanos sale a favor de la petrolera (véanse las declaraciones desafortunadas del Ministro de Energía y Minas a los pocos días del derrame) o el silencio cómplice de organismos como la Jefatura de la Reserva Nacional Pacaya Samiria que no ha dicho nada, o el organismo encargado de supervisar los planes de contigencia de Pluspetrol y Petroperú, que pese a no tenerlos aprobados continúan trabajando como si fueran meros trámites que se quedan en papel (puesto que no se cumplen y las gentes del Marañón tienen que pagar su negligencia), por no extendernos a otros organismos implicados y que también guardan silencio como si fuera un perpetuo sábado santo.
Servindi

05 octubre 2010

Ambientalista Piurano Javier Atkins - el más votado en Piura¡¡

El líder ambientalista Javier Atkins, del movimiento Unidos Construyendo viene ganando por 49.69 % de los votos frente a los 14.68 % del candidato aprista Jorge Trelles en la postulación a la presidencia de la Región Piura. Según el conteo oficial de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) Atkins sería el candidato regional con mayor votación nacional.

Atkins se distinguió en la campaña electoral por su posición clara de defensa a los derechos de las comunidades campesinas, además de plantear declarar como zona intangible para actividades extractivas a los páramos y bosques de neblina de Piura. Precisamente, Atkins fue uno de los críticos más férreos a la política del presidente regional saliente, César Trelles, de promover operaciones mineras en dichas zonas.

Como lo recuerda el área de comunicaciones del sitio web Todo sobre Río Blanco, Atkins suscribió con los demás candidatos el Pacto Político por la Gobernabilidad Regional 2011-2014 para la región Piura. En él los candidatos se comprometieron a “garantizar la preservación, protección y manejo sostenible de los páramos, el bosque seco, bosques de neblina, humedales y la zona marino costera, en el marco de la gestión integral de las cuencas hidrográficas”.

El citado compromiso fue impulsado por el Colectivo Regional de Incidencia Electoral que, a su vez, es coordinado por la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza.

También en Tambogrande
Francisco Ojeda, ex presidente del Frente de Defensa del Medio Ambiente de Tambogrande, fue nuevamente elegido como alcalde del emblemático distrito de Tambogrande. Como se recuerda, Ojeda fue uno de los dirigentes que defendieron la agricultura de esa zona ante la presencia de la minera canadiense Manhattan en el 2002. Por otro lado, según fuentes de Todo sobre Río Blanco, Wilson Ramiro Ibáñez, candidato por Agro Sí, habría ganado la alcaldía provincial de Huancabamba, por una diferencia aproximada de 600 votos frente al candidato Manuel Saona, ex alcalde del distrito de Huarmaca.

04 octubre 2010

Azoteas Verdes¡¡

La Alcaldía de Buenos Aires rebajará los impuestos a cambio de la instalación de jardines en las azoteas de los edificios con el fin de mejorar el ambiente y ahorrar energía como hacen Tokio y Berlín, entre otras ciudades. Las ‘azoteas verdes’ generan numerosos beneficios medioambientales a las ciudades, como la mejora de la calidad del aire o la reducción de la temperatura media.

La capital argentina -con una extensión de 200 kilómetros cuadrados y tres millones de habitantes- dispone de dos metros cuadrados de espacio verde por habitante, muy por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estipulan como mínimo un valor de diez metros cuadrados. Buscando dar ejemplo, la primera de estas terrazas se instaló en el municipal Centro de Gestión y articipación Comunal, cuya azotea pasó en dos meses de ser normal, con suelo de cemento irregular, a "verde" con la macetas con plantas Sedum que ocupan 30 metros cuadrados.

"Lo más complicado fue encontrar la planta adecuada, porque tenía que resistir todo tipo de clima y requerir muy poco riego", comentó Leder que colaboró en este cambio ecologista junto a Lilia Vence, investigadora de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Más allá de los beneficios que aportan a la ciudad, las azoteas verdes ofrecen muchas ventajas para el inmueble en el que se ubican, advirtió. Por ejemplo, las plantas del tejado del centro comunal retienen la lluvia y absorben las temperaturas ambientales, con lo que hace menos frío y calor en las oficinas situadas debajo y se consume menor energía, indicó.

La terraza cuenta también con un colector solar que "calienta" el agua de las cañerías del edificio y con un sistema de canalización que "recoge" las gotas de agua de los aires acondicionados para "reutilizarlas" en el riego de las plantas y la limpieza de los patios, señaló Facundo Carrillo, director del centro.La nueva instalación permite además aumentar la vida útil de las láminas metálicas impermeables de las terrazas porque las plantas y las placas solares "interceptan los rayos UVA que las envejecerían y degradarían", apuntó Vence. La construcción del jardín del centro comunal finalizó hace unos meses después de que el estudio de arquitectura Leder-Denegri se adjudicara el concurso convocado por la Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires (APRA).

El proyecto -con un costo de 40 mil pesos (unos 10 mil dólares), cuya mitad financió la APRA- se inició en 2008 en la Facultad de Agronomía donde se investigaron las plantas "adecuadas" para el tipo de clima y exposición solar de la azotea, dijo Leder. La iniciativa oficial "La conquista del desierto urbano" permite pagar menos tasas municipales a los edificios que construyan jardines en los tejados vacíos de viviendas unifamiliares y comercios de Buenos Aires y se seguirá instalando "como ejemplo" en más sedes del Ayuntamiento. Otras ciudades como Tokio, Berlín, Sao Paulo, Ciudad de México, Chicago, Toronto o Moscú tienen también "cubiertas ecológicas" en sus edificios para combatir la isla de calor que generan los inmuebles y colaborar en la lucha contra el cambio climático. Toronto y Tokio cuentan por ejemplo con estrictas legislaciones que obligan a determinados edificios a contar con una superficie mínima de tejados verdes.
Sin duda alguna una buena opción