10 septiembre 2010

Descubren pez que se alimenta de madera y habita en la Amazonía peruana

La extraña especie fue descubierta por un grupo de científicos durante una expedición realizada este año para documentar la vida acuática de regiones de Ucayali y Madre de Dios, en la selva peruana. El pez tiene la capacidad de comer madera gracias a sus dientes en forma de cuchara. La descripción formal de la especie se dará a conocer en diciembre próximo en la revista científica Copeia, según Paulo Petry integrante del equipo de científicos y profesor asociado del Departamento de Ictiología en el Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvar. El investigador sostuvo además que de los ejemplares encontrados se extraerán tejidos para analizar la genética de la nueva especie.

Informó que los peces hallados tienen dientes-cuchara, que se adaptan para raspar los troncos de los árboles que caen en los ríos. “Este patrón de dentición es único a este grupo que consume madera”, precisó Petry. Refirió que existen cerca de 12 especies de peces que comen madera, las cuales están distribuidas en las grandes cuencas hidrográficas de América del Sur. “Varias de ellas son endémicas y tienen una distribución relativamente limitada. La especie que identificamos es la de mayor tamaño que se conoce, llegando a medir 70 centímetros de largo. En Perú la llaman carachama gigante”, explicó.

Según Petry, “los indígenas de Purús ya conocían al pez, al cual llaman ishgunmahuan, en la lengua sharanahua”. La expedición, que se realizó del 21 de julio al 3 de agosto, forma parte del proyecto “Revisión de la fauna acuática en el parque nacional Alto Purús”, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos en la Amazonía peruana.
O’ Globo

09 septiembre 2010

El Perú tiene la más alta brecha en agua y saneamiento de AL

Si bien el Perú retomó en el último semestre la senda del crecimiento económico tras una aguda crisis financiera mundial, este repunte no se refleja en el desarrollo humano. Y es que nuestro país, tiene la mayor brecha en el acceso al agua potable en América Latina y es el tercero con la mayor brecha en acceso a electricidad.Así se desprende del Primer Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que advierte que el Perú es el sétimo país en la región con mayor índice de desigualdad.

“Tenemos así que los países donde más cayó el índice de Desarrollo Humano en la región son Nicaragua (-47.3%), Bolivia (-41.9%), Honduras (-38.4%), Colombia (-26.9%), El Salvador (-25.8%) y Guatemala (-21%). Mientras que el Perú se ubica en el sétimo lugar del ranking con una caída de -19.2%”, precisa el documento.

El informe denominado “Actuar sobre el futuro: romper la transmisión intergeneracional de la desigualdad” profundiza en los factores que deprimen el desarrollo humano y destaca que el Perú es, por ejemplo, el país con la mayor desigualdad en el acceso al agua potable en toda América Latina, con una brecha de 57%. Mientras que en cuanto a la provisión de electricidad, la brecha alcanza el 55%.De acuerdo al PNUD, la desigualdad en América Latina no sólo es pronunciada sino persistente, pues las brechas han variado muy poco desde la década de 1970.

Se hace notar que mientras la evolución de la desigualdad en América Central mostró un patrón de disminución constante desde principios de los 90, en el Cono Sur y la Región Andina de Sudamérica la desigualdad se incrementó durante los años noventa y no fue hasta la mitad de la década siguiente que presentó una disminución importante.
Ante esta situación el PNUD sostiene que “sí es posible romper el círculo vicioso de la desigualdad”, pero no sólo con mayor inversión social, sino con políticas que lleguen a los sectores más pobres, lo que implica además una mejor redistribución de los ingresos.
PNUD

08 septiembre 2010

145 has. de bosques y cultivos fueron destruidos por incendios forestales en Pichari - Cuzco

Unas 145 hectáreas de bosques y tierras de cultivos fueron destruidas en el distrito cusqueño de Pichari, en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), por los incendios forestales originados por la ausencia de lluvias, el intenso calor y las malas prácticas en la agricultura. En conversación con periodistas de INFOREGION en el VRAE, Carlos Sánchez Uriol, responsable de la compañía de Bomberos del distrito de Pichari, informó que los incendios forestales habrían arrasado 145 hectáreas entre bosques y áreas cultivables en las que se han perdido cultivos como cacao, café, hojas de coca, especies frutales y forestales, generando incluso la pérdida de viviendas. “Las últimas dos semanas se han producido incendios forestales que han originado un importante daño al ecosistema. El incendio de mayor gravedad ha consumido más de 145 hectáreas entre bosques, plantas cultivables, cacao y plátano”, aclaró.

El responsable de los bomberos lamentó que las malas prácticas agrícolas y las condiciones climatológicas en el VRAE sean los condicionantes para que ocurran incendios forestales. Comentó además que cuando combatían el fuego se encontró muchos animales oriundos muerto debido al siniestro. “Hay factores como la ausencia de lluvias, el calor intenso, el viento y la mala técnica del quemado en las tierras cultivables conlleva a este tipo de siniestros que lamentablemente ocasionan daños materiales y personales”, lamentó. Hasta las zonas del incendio se han desplazado unidades del Ejército, la Policía Nacional, miembros de Serenazgo así como la población en un afán de lograr controlar el siniestro, que viene generando la preocupación de las autoridades del distrito de Pichari. Las comunidades afectadas por el incendio son Nueva Esperanza, Libertad, Agua Dulce y Cruzpata.

Enlace Nacional

07 septiembre 2010

El mayor escéptico del cambio climático se retracta y ahora pide fondos para combatirlo

El ambientalista danés Björn Lomborg, famoso por su escepticismo sobre el cambio climático, se ha retractado. Nueve años después de patear las tesis de Kyoto con su libro 'El ecologista escéptico' -el cambio climático, decía entonces, iba a servir para mejorar las condiciones de vida de mucha gente en el mundo- Lomborg ha cruzado a la otra orilla. Y es que de reprobar la «letanía» de los ecologistas ha pasado a admitir que el calentamiento global es «sin duda» una de las principales preocupaciones y un desafío que la humanidad debe afrontar. "Casi nada". Así al menos lo publicaba ayer el periódico británico 'The Guardian', apenas veinticuatro horas después de que la ONU hiciera pública su intención de recuperar la credibilidad de sus expertos en el cambio climático, acusados de elaborar informes catastrofistas con argumentos poco sólidos, y abriera la puerta a futuros cambios en sus órganos de dirección. Ajeno de momento a este debate, lo cierto es que las nuevas tesis de Lomborg podrían suponer un gran impulso para los defensores del medio ambiente, a los que hasta la fecha había atacado sin piedad. Pero en su próximo libro, que se publicará en octubre, anuncia que les resarcirá con creces. Lomborg pide a gritos la «inversión anual de miles de millones de euros» en políticas dirigidas a atajar el cambio climático». Las mismas que desde hace casi una década consideraba «gastos innecesarios». Ahora ya no. «Invertir 100.000 millones de dólares (79.000 millones de euros) al año -defiende- significaría que esencialmente podríamos resolver el problema del cambio climático a finales de este siglo».

Gravar las emisiones de CO2
En concreto, recomienda invertir en investigación, así como en el desarrollo de fuentes de energía ecológicas como la solar o la nuclear. Y, por si esto fuera poco, se muestra partidario de que esta inversión pueda ser financiada a través de cargas fiscales a las emisiones de carbono.

Esta conversión al ecologismo viene a dar la razón a la comunidad científica internacional, que nunca se entusiasmó con las teorías de Lomborg. Desde el principio, las críticas pusieron de manifiesto que la selección de datos y citas del controvertido danés era muy sesgada. Y es que, en contra del trabajo de los expertos en investigación ambiental -que llevan mucho tiempo intentando dar con las mejores variables para testar el estado real del planeta-, Lomborg sólo elegía aquellos indicadores estadísticos que resultaban favorables a sus tesis.

Pese a todo, la comunidad científica internacional siguió trabajando contra el cambio climático. Ayer, sin ir más lejos, activistas de Greenpeace ocuparon la plataforma petrolífera que la compañía escocesa Cairn Energy explota en la bahía de Baffin, al oeste de Groenlandia, lo que obligó a paralizar las perforaciones exploratorias. Además, los activistas no parece que tengan intención de deponer su actitud a las primeras de cambio. Greenpeace ya ha advertido que sus cuatro simpatizantes tienen víveres para varios días y podrían hacer retrasar las perforaciones lo suficiente como para que Cairn Energy no pueda finalizarlas antes de que concluya el plazo de exploración, a finales de septiembre.
Elcorreo.com

06 septiembre 2010

¿En qué ciudades queremos vivir?

Un alto grado de contaminación ambiental afecta nuestras ciudades, donde vive el 72% de los peruanos y vivirá más del 90% al 2020. Los pobres están 75% más expuestos a los efectos nocivos de la contaminación atmosférica.
La problemática ambiental de las ciudades mineras y pesqueras es persistente. La débil institucionalidad pública y un marco normativo que impide una acción eficaz de control y sanción para evitar o minimizar los impactos sociales, ambientales y económicos negativos son el común denominador.

Una ciudad minera como Cerro de Pasco ocupa un territorio que se encuentra en disputa permanente con el crecimiento del tajo abierto de la empresa minera Volcan, que presiona por la reubicación de casi la mitad de la ciudad. La gran mayoría de su población tiene plomo en sangre, el 70% cuenta con servicio de agua (entubada, no potable), menos del 20% cuenta con desagües y 30% de desnutrición crónica.

Las ciudades pesqueras como Chancay, Huarmey, y especialmente Chimbote, representan claramente el grado de contaminación que padecen la población y la economía por ser la ciudad donde se inició la epidemia del cólera por la alta contaminación de su mar con coliformes fecales (y por consiguiente de los peces que comemos).

En Chimbote, las empresas pesqueras no solo contaminan sus aguas –descargan sanguaza, proteínas solubles, aceites y grasas sin tratamiento a la bahía El Ferrol–, sino también el aire (y por consiguiente el suelo) con hidrógeno sulfurado, partículas de hollín y de harina, aminas volátiles y monóxido de carbono. Esto impacta en sus ecosistemas y su entorno, como los Pantanos de Villa María, una zona de alta biodiversidad; además de ser causa de enfermedades respiratorias, dérmicas y gastrointestinales entre los pobladores.

Frente a esto el Foro Ciudades para la Vida, en concertación con las Municipalidades y Universidades locales, han impulsado desde 1996 diversas acciones y experiencias de gestión local ambiental en el marco del presupuesto participativo.

CONSTRUCCIÓN CON CONTAMINACIÓN
El crecimiento de las ciudades incide en el nivel de contaminación ambiental, entre otras cosas por la desordenada ocupación del territorio o el descontrol de la emisión de gases tóxicos provenientes de vehículos e industrias, las descargas de desagües sin tratar (90% van directamente al mar, ríos y acuíferos en general en el Perú) y la no recolección de residuos sólidos y desmonte (hasta el 60% en algunas ciudades).

Lima es una de las ciudades más contaminadas de América Latina. El alto grado de contaminación de su aire se debe en gran parte al parque automotor existente –Lima y callao concentran casi el 70% de éste, la mayoría de los vehículos tienen más de 10 años–. Se estima que el Estado gasta anualmente dos millones 130 mil dólares en atender a enfermos por el material particulado. Algunas instituciones han impulsado la Campaña por el Aire Limpio y la mejora de la calidad de los combustibles. Asimismo, se ha promovido en el Congreso una Ley por el Aire Limpio, cuyo proyecto ya está dictaminado, pero aún sin aprobar.

Una situación más grave se da en el Callao debido a la contaminación por plomo por el inadecuado manejo de minerales en el muelle y por el transporte del mineral. Más de diez mil niños se encuentran afectados por plomo, un gran porcentaje de ellos supera largamente los límites máximos de peligrosidad establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Una Coordinadora Vecinal (Callao, Ventanilla, Carmen de la Legua) busca dar una salida integral a este grave problema.

Igualmente, el crecimiento de la construcción en el país (su PBI subió 18% el 2007), en particular en Lima, impacta en la salud de las personas y el ambiente. En el Congreso obran varios proyectos de ley para prohibir el asbesto –una fibra mineral cancerígena, utilizada masivamente desde 1940 en la construcción de techos, tuberías, pisos, tanques de agua, prohibida en la Unión Europea, Australia, Japón, Argentina–, que no han sido aprobados. Asimismo en el Ministerio de Salud está encarpetada una propuesta de Decreto Supremo en el mismo sentido.

La prohibición del asbesto se asocia a la necesidad de impulsar una construcción sana, segura y limpia. No solo por el problema de salud pública que genera (cáncer al pulmón, mesotelioma pleural, asbestosis tanto en trabajadores como en quien usa o vive con este producto), sino también por los altos costos que demanda su retiro y disposición segura. El Foro Ciudades para la Vida ha avanzado en experiencias piloto de retiro seguro en un colegio, un centro de salud en Villa El Salvador y el almacén de una empresa, pero sigue pendiente una norma que prohíba su uso y comercialización.

APRENDIZAJE COLECTIVO
Además del asbesto existe gran cantidad de elementos tóxicos y peligrosos usados en las obras (en pinturas, barnices, lacas, tuberías, tableros aglomerados de madera). Son un grave riesgo que debe ser encarado con políticas públicas que promuevan y alienten su minimización y prohibición progresiva. Promover la certificación o licenciamiento ambiental de las construcciones y de las ciudades en que se construyen es una estrategia voluntaria que las empresas constructoras e industria de la construcción deberían asumir con responsabilidad.

El Ministerio de Vivienda y Construcción, en el 2007, ha elaborado y puesto en consulta el Reglamento para la Gestión de los Residuos Sólidos de la Construcción, con el que se podría atender adecuadamente buena parte de los residuos urbanos que se generan y acumulan sistemáticamente y sin control en playas, bordes de ríos, carreteras y espacios públicos. Confiamos en que esta propuesta pronto sea aprobada.

Finalmente, luego del sismo del sur, es menester insistir en la necesidad de normas más estrictas que planifiquen la ocupación segura de nuestro territorio, un uso del suelo densificado pero también más verde y protegiendo nuestras escasas áreas agrícolas, además de controlar la calidad de las construcciones en que habitamos. Es una tarea de todos controlar la informalidad y la impunidad en los procesos constructivos de baja calidad que acarrean pérdidas en dinero y vidas. Este aprendizaje colectivo aun debe ser asimilado por nuestra sociedad y requiere un cambio de paradigmas y de mentalidad creativo y muy innovador acerca de cómo se hace ciudad y cómo se construye en forma ecoeficiente, sana y segura una vivienda o cualquier edificación. Es un imperativo corregir los vacíos y defectos que la Nueva Ley de Edificaciones y Habilitaciones contiene y cuyo Reglamento no podrá absolver. La seguridad de nuestros hijos va primero.
Bajo la Lupa