
A lo largo de la historia, las civilizaciones se han distinguido por excavar canales para conducir al agua, por construir presas para almacenamiento y sistemas de suministro de agua, como lo hicieron los Incas, cosa que ahora queremos construir, como una país que está considerado como rico en este recurso natural.
El agua, aunque cubre casi las tres cuartas partes de la superficie de la tierra, no está distribuida de manera uniforme. La mayor cantidad de agua se encuentra en los océanos, en forma de solución que no es benéfica para el cuerpo humano o para la irrigación debido a su gran contenido de sales disueltas. Por otra parte, el agua que se evapora de los océanos y que forma nubes que se precipitan en forma de lluvia sobre el resto de la tierra, ocurre en cantidades variables de un lugar a otro y de una época a otra del año.
También la podemos encontrar bajo la tierra formando lagos y ríos, de donde es posible sacarla mediante profundos pozos y sistemas de bombeo.
Para muchas formas de vida en la tierra resulta imposible vivir sin el agua, sin embargo no sabemos utilizarla como debe ser y la malgastamos, o la contaminamos de manera irracional.

“Así evitaríamos los conflictos y sequías que se generan por su escasez como es el caso de Arequipa, Moquegua y Tacna”.
El cambio climático ya se siente en el Perú. En la actualidad se ha perdido cerca de dos mil kilómetros cuadrados de hielo de los glaciares,equivalentes al 22 por ciento de la superficie de todos los glaciares existentes en el planeta, lo que en términos de volumen de agua por ejemplo es lo que Lima consume en diez años.Sin embargo, nuestro país tiene la mayor disponibilidad de agua dulce por habitante en América Latina.
La mayor cantidad del recurso se encuentra en la Amazonía, cuando es en la costa donde vive la mayor población peruana, que carece del recurso por un inadecuado ordenamiento territorial, pésimos hábitos de consumo y la falta de aplicación de tecnologías para tratar las aguas servidas.
Sólo en la capital se estima que cerca de un millón de habitantes no cuenta con agua potable, carencia que se intensifica en verano, cuando muchos la desperdician en juegos de carnavales, cuando se debería ahorrar y usarla adecuadamente, entendiendo que el recurso hídrico es cada vez más escaso.
De los mil 836 municipios que existen, al menos mil 820 arrojan sus aguas servidas a los ríos, lagos o al mar.
La capital de la Repùblica (Lima), vierte al Océano Pacífico más de 400 millones de metros cúbicos de aguas servidas al año, contaminando gravemente el río Rímac y nuestro mar, pero todo esa agua sucia podría ser reciclada y convertida en agua limpia, usando la tecnología que ya existe.
"El asunto no es que falte agua, sino en ser más eficientes”.