20 marzo 2013

LOS NEGRITOS DE JAYANCA VUELVEN A LA VIDA

La Agrupación Cultural “Chiclayo Canta y Baila” se propuso, hace algunos años, iniciar un proceso de investigación y rescate de diversas danzas que con el tiempo se dejaron de practicar en Lambayeque pero que constituyen parte del tesoro inmaterial de nuestra región. Una de los logros más relevantes de este trabajo es la recuperación de la danza “Negritos de Jayanca”, expresión de corte religioso desarrollada en la zona rural. 
Las fiestas patronales son para cada pueblo fechas importantes en el calendario anual, porque en estas los pobladores expresan sus sentimientos colectivos e individuales a través de la devoción hacia un elemento de la fe católica. Cada una de ellas es una ocasión propicia para que un miembro de la comunidad pueda relevar su fe religiosa, afirmar su individualidad e identidad cultural a través de la música y, con su participación en la danza, reforzar sus lazos hacia ella, donde es reconocido y obtiene prestigio.

Segundo Carrasco Morales, director de “Chiclayo Canta y Baila”, refiere que en la costa norte del Perú las danzas tradicionales se siguen practicando pese a la fuerte penetración de instrumentos foráneos que son introducidos y difundidos principalmente por los medios de comunicación masiva. “Los inicios de la danza Negritos de Jayanca se pierden en los años de la colonia, cuando los hombres de color fueron traídos como esclavos desde los diferentes pueblos del África para trabajar en las haciendas, minerías y los conventos. En la costa norte, como es sabido, se asentaron en la ciudad de Zaña”, explica.

A partir de esa fecha, añade, al son de un gran tambor, la danza de negros o negritos se representa durante la Noche Buena, el 24 de diciembre, y en la Fiesta de Reyes, el 06 de enero, siendo su función principal la de adorar al Niño Jesús, complementando a las Pastoras y Serranitas. “Es probable que en esta danza se haya originado en las costumbres coloniales de dar libertad temporal a los esclavos negros que habían sido bautizados y bailaban celebrando los días de pascua de navidad. La investigadora Rosa Alarco sostiene en un informe que los españoles enseñaron la danza para celebrar la incorporación de los moros o negros al cristianismo”, detalla.

Según Carrasco Morales, los Negritos no cantan, sino gritan o hablan en voces alteradas y entrecortadas, simulando lenguas raras a veces cómicas, a veces satíricas. Sus pasos son torpes, exagerados, alternados con payasadas y diálogos con el público para hacer reír y divertirse. Su papel es, en cierto modo, marginal con respecto al verdadero desarrollo de la fiesta de pascua, porque no participan de actos importantes como la misa, por ejemplo.

“Mientras se desarrolla la representación de los Reyes Magos los Negritos van de un lado a otro recorriendo las calles del pueblo, lanzando sus gritos al aire; paseando por los parques y mercados lo que las gente les regala”, indica el director cultural.

LAS PASTORAS
Encargadas de acompañar a los Negritos, las Pastoras, q bailarinas bien ensayadas y disciplinadas, recitan versos melódicos y son dirigidas por una pastora principal, siendo esta quien da la voz al iniciar la primera estrofa del verso. Durante el recorrido bailan frente a la imagen del Niño Jesús, ejecutando un paso parecido al del huayno, en sentido lineal hacia atrás.

“La vestimenta de las pastoras es de colores fuertes, la blusa roja, amarilla, blanca, la falda verde, celeste o azul, adornada con cintas y blondas. Llevan un sombrero de paja con cintas de colores que penden de la parte posterior y la parte frontal del sombrero es elevada y lleva un espejo. Además, son acompañadas por una caja o tambor grande, cuyo toque simula los toques negros al son de los cuales bailan exagerando los movimientos sin seguir un desplazamiento predeterminado”, expone, añadiendo que con el correr de los años los esclavos desaparecieron y fueron reemplazados por los mestizos y luego por los blancos.

EN NUESTRO TIEMPO
El investigador comenta que la danza que se acostumbra hoy en día es ejecutada por un conjunto de jóvenes con la cara y manos tiznadas de negro, imitando el color originario de la gente morena. Es bailada por varones y los pasos son casi iguales, la danza es monótona y se desplazan al ritmo del ‘tam tam’. Durante la representación aparece la ‘Vaca Loca’, que es accionada por un joven que va en su interior bailando. Los negritos incorporan gestos y pasos al danzar que provocan la risa del público, especialmente cuando se supone que imitan a Herodes antes de morir

“El folklore lambayecano forma parte de la identidad cultural de la región por eso es importante que nosotros como ciudadanos estemos informados de las maravillas que poseemos como parte de esta sociedad y trabajemos para valorarlas y difundirlas evitando su desaparición”, señala Carrasco Morales. Refiere que la música fue identificada en Ferreñafe el 30 de noviembre de 1990, durante una visita efectuada a la casa del chirimiero antes de su participación en la fiesta del Niño Dios de Año Nuevo de Jayanca. Interpretada en Chirimía y Caja por Victorino y Aurelio Acosta, respectivamente.

“Antiguamente existían varios grupos de la Danza de los Negritos con su coreografía propia, pero en la actualidad prácticamente han desaparecido. Su música era interpretada en Chirimía y don Victorino Acosta nos la recuerda en una grabación de hace más de 22 años. Al igual que con la música de los Diablícos, esta melodía no está presente en el repertorio de las bandas de música”, manifiesta Segundo Carrasco.

Los grupos de Negritos pueden conformarse por doce hasta cuarenta personas; las Pastoras o Serranitas por conjuntos de entre ocho y doce bailarinas; y a ellos se suman un mayordomo, la viuda, un niño que es el que lleva al Niño Jesús y la ‘Vaca Loca’, que es un pirotécnico.

“La vestimenta de los negros se constituye de camisa manga larga blanca, pantalón negro recogido a medio tobillo; soguilla para sujetar el pantalón; saco de modelo terno lambayecano; sombrero de paja modelo panza de burro; yanques y un látigo o soga de un metro de largo”, indica Carrasco Morales.
Semanario Expresión

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