12 septiembre 2012

NUESTRA SEGURIDAD ALIMENTARIA ¿DEPENDE DELA IMPORTACIÓN DE ALIMENTOS?

¿Es el Perú un país dependiente de las importaciones de alimentos? ¿Nuestra seguridad alimentaria está amenazada por las cíclicas elevaciones de precios? ¿Hay nubarrones, en el futuro, sobre nuestra seguridad alimentaria? La sequía en EE.UU. y una nueva alza de precios ponen nuevamente sobre el tapete un tema que es tanto global como nacional.

Según Alan García, la seguridad alimentaria era un concepto obsoleto, pues bastaba con tener suficientes recursos para importar alimentos cuando aquí faltasen: en el caso del Perú, gas por alimentos (1). Su ejemplo era el Japón. Podría también haber mencionado a Venezuela, que importa las tres cuartas partes de los alimentos que necesita.
El problema es que el mercado internacional de alimentos no es, para nada, confiable. Todos los especialistas concuerdan en que los precios de los alimentos seguirán subiendo y en que se espera que el cambio climático produzca inesperadas variaciones en la producción. Apenas en el pasado mes de junio se esperaba que 2012 fuese un buen año agrícola; mes y medio después, el mundo está alarmado por la sequía en EE.UU. y en otros importantes productores de cereales, que ha empujado el alza de los precios.

Depender de los mercados externos es, pues, crecientemente más caro e inseguro. El Perú no puede darse ese lujo. No se trata de buscar una ilusoria autarquía, pero sí de dotarnos de una estrategia de seguridad alimentaria que nos proteja de los avatares del presente y de un futuro cada vez más impredecible. ¿Cuán dependiente es el Perú de los alimentos importados? No son muchos los alimentos que importamos, en parte por la rica biodiversidad y variedad climática que nos permiten tener una infinidad de alimentos todos los meses del año.

Pero los montos que importamos, de ese limitado número de alimentos, son importantes. El valor de las importaciones de alimentos fue, en 2011, de aproximadamente US$2.6 mil millones (7% de las importaciones totales, que alcanzaron los US$37 mil millones). Los cereales, junto con los tubérculos, conforman una parte sustancial de la dieta de los peruanos y son la principal fuente de calorías.

¿Cuán dependiente es el Perú de las importaciones de cereales?
El valor de la importación de cereales sumó, en 2011, el 60% del total de todas las importaciones de alimentos. El país depende en un 88.7% de las importaciones de trigo. La producción nacional es bastante pequeña, pues apenas supera las 200 mil toneladas, con rendimientos muy bajos de 1.3 toneladas promedio por hectárea. Prácticamente todo el pan, los fideos, las galletas y las harinas se hacen con trigo importado, sobre todo de Argentina y Canadá.

Cinco empresas importan la mayor parte de este cereal: el 77.8% (tan solo Alicorp importa el 42.3%) (2). Un estudio realizado por el Minag, en 2007, concluyó que, dado que las existencias de trigo en el mundo se hacen cada vez menores, «hay que estar prevenidos para enfrentar una escasez futura» (3).

¿Quién debe encargarse de la prevención? El propio Estado. Pero parece que aún prevalecen sobre el tema los puntos de vista de Alan García. También somos altamente dependientes de las importaciones de maíz amarillo duro. Sobre un total de un poco más de 3.1 millones de toneladas, se importó el 60%, principalmente de Argentina y EE.UU. Aquí también hay una concentración de las importaciones: 70% de estas son realizadas por cuatro empresas: San Fernando S.A., Contilatin del Perú S.A., Cargill América del Perú S.R.L. e Importadora de Cereales S.A. (4).

El maíz amarillo duro es el principal insumo alimenticio de la industria pollera, y el pollo es la principal fuente de proteínas de los peruanos. Las variaciones en el precio del maíz, obviamente, impactan en el de los pollos. Somos aún más dependientes de la soya. Así como el maíz amarillo duro, la torta de soya se utiliza sobre todo para la alimentación animal.

La producción en el país es casi inexistente, por lo que debemos importar de Bolivia, Paraguay y Argentina casi la totalidad del millón de toneladas que ingresan a nuestro territorio. Las principales empresas importadoras son ADM Andina y San Fernando S.A. (5). La importación de arroz, en cambio, es marginal (7% del total en 2011), siendo el Perú largamente autosuficiente. En cuanto a la cebada, prácticamente el íntegro que el Perú importa es maltera, destinada a la producción de cervezas. La principal importadora, y casi única, es la Cervecera Backus, que la compra mayoritariamente de la Argentina.

La cebada nacional se destina sobre todo a la alimentación y al forraje. Somos también grandes importadores de aceites vegetales, a un costo de más de US$400 millones. Asimismo, adquirimos frutas y menestras, pero en proporciones bastante menores. Es claro, pues, que los cereales son, entre los productos alimenticios en el mercado internacional, los que tienen los precios más volátiles. Impactan en los precios del pan, los fideos y los pollos, que son esenciales en la nutrición de la población. No es que los cereales vayan a faltar en los mercados, sino en las mesas de los más pobres, pues serán más caros.

Hasta el momento, los gobiernos de turno han actuado como si el Perú estuviese a salvo de la amenaza alimentaria o como si fuesen suficientes los programas de asistencia alimentaria. Por su alta vulnerabilidad a los impactos del cambio climático, el tema merece una atención urgente del gobierno y, en primer lugar, del Ministerio de Agricultura.
La Revista Agraria



Notas
1 Entrevista publicada en el diario Expreso (6 de setiembre de 2010).
2 Fuente: Minag. Situación actual del trigo en el Perú y el mundo. Octubre, 2008.http://www.minag.gob.pe/portal/download/pdf/herramientas/boletines/situacion_del_trigo.pdf
3 Minag. Ibíd.


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