05 marzo 2013

LOS ECOSISTEMAS ESTÁN DESTRUIDOS Y LA TIERRA ES CASI YA UN BIEN EN LIQUIDACIÓN

“Un buen día me pregunté muchas cosas que vi, como por ejemplo, porqué en Europa morían 40 mil personas víctimas de horas intensas de calor; por qué las estepas rusas se convertían en zonas casi tropicales, y, lo que más me impactó en algún momento, por qué en el Amazonas un barco estaba encallado en la arena pese a que este río es la quinta reserva de agua del mundo. Vi que el variante clima dejaba sin techo a miles de personas y que la pobreza en el mundo aqueja tanto que cada vez son más los que caen en ella y es poco lo que se hace para cambiar la realidad”.

Estas relevaciones las hace el ingeniero Lucio Asalde Vives para explicar las razones que lo motivaron a escribir el libro “Reconstruir la Esperanza – La Humanidad frente al cambio climático y la destrucción de los ecosistemas naturales”, obra que demoró cinco años en editar y cuya publicación se realizó el sábado último en su alma mater, la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.

Alsalde Vives se planteó además otro tipo de interrogantes para iniciar la producción del libro, entre ellas qué sucede con la naturaleza, cuál es su relación con la sociedad y también con las gobernanzas del mundo, queriendo así explicarse y explicar, a quienes leerían su trabajo de investigación, las razones por las que el planeta entero experimenta cambios que ocasionan zozobra, preocupación y muerte. “Mis amigos me preguntaron si estaba loco y recomendaron que escriba un libro sobre el futuro de Lambayeque o sobre poesía, queriendo así que abandone las cosas que me preocupan como habitante del planeta. Supe entonces que era momento de ponerme a trabajar y ayudar a que nuestra generación corrija lo que hizo mal, sembrando así esperanzas para los que llegarán después. Esperanzas en un mundo mejor”, refiere.

DEBER SOCIAL
El autor, que el primer estudiante graduado de la escuela de Ingeniería Civil de la UNPRG, señala que “tenemos una obligación moral con el planeta y el deber de corregir, ahora, nuestra errores”. “Si seguimos como hasta hoy, vamos a entregarle migajas a los que vendrán. Los ecosistemas están destruidos y la tierra es casi ya un bien en liquidación”, afirma.

Lucio Asalde indica que poco sirve si la humanidad continúa jactándose de avances en la ciencia y la tecnología, así como de la acumulación de la riqueza si poco se hace contra males sociales como la esclavitud y la pobreza, y para reducir los efectos de la contaminación y darle mejor uso a los recursos de la naturaleza. “Este libro no trata exclusivamente sobre el medio ambiente, tampoco trata solo sobre la sociedad o la gobernanza, sino que aborda el futuro de la humanidad en los próximos cincuenta años, planteando una gran interrogante: ¿podremos sobrevivir al ritmo que vamos? Estamos hablando de medio siglo, por eso tenemos que mirar juntos en qué estadío del mundo estamos y qué le toca hacer a una generación como la nuestra”, explica.

Según refiere, la obra no busca generar alamar entre quienes la lean, sino generar una corriente que permita desarrollar un plan de acción para el futuro que nazca de los cimientos mismos de la humanidad. “El cambio debe aparecer en el espacio más íntimo del ser humano y en las organizaciones más mínimas de la sociedad, siendo las universidades, los clubes, los colegios, las municipalidades y todas las formas posibles de organización las llamadas a actuar frente a los que está sucediendo con el planeta”, asevera.

MUCHAS PALABRAS, POCOS RESULTADOS
A decir del autor, las cumbres mundiales sobre materia medioambiental, sucedidas en los últimos 50 años, han sido un fracaso, porque si bien en ellas se dieron los discursos más hermosos que sobre la naturaleza se han dicho hasta hoy ninguno de ellos ha resuelto los problemas del planeta.

“Nuestros políticos solo ven el corto plazo y cómo aseguran su elección, no ven los problemas a los que nos encaminamos inevitablemente en la humanidad. Muchos creen que los grandes países van a mantenerse como grandes imperios económicos durante mucho tiempo, pero no nos engañemos. Ya cayeron las grandes civilizaciones y en 1991 la Unión Soviética dejó de ser una potencia, nadie imaginaba tampoco que en agosto del 2008 una crisis internacional sacudiría al mundo y llevaría a tanta gente a la pobreza y sin embargo todo esto se dio”, comenta.

IMPORTANCIA DE LA OBRA
El libro está planteado en cuatro partes, la primera que se presenta como una fotografía de la realidad mundial, en la que Lucio Asalde expone información contrastada con grupos científicos, docentes universitarios e investigadores. “Sin que me lo propusiera, mi obra, el año pasado, obtuvo el premio Responsabilidad Ambiental 2011 a nivel nacional y está agotado ahora como texto de consulta en las universidades. En realidad me satisfacen estos resultados porque demuestran que en algo he ayudado a exponer el ámbito humano en la temática que planteo y aspiro a que cada recomendación pueda ser tomada en cuenta”, refiere.

REALIDAD PREOCUPANTE
Asalde Vives incluye en “Reconstruir la Esperanza” una serie de análisis sociales, económicos y humanísticos orientados a explicar la problemática mundial referida a los efectos del deterioro medioambiental en el orden de la humanidad. “Países como Estados Unidos, Japón y Noruega tienen ingresos per cápita de hasta 45 mil dólares por persona, mientras que países del África, los más pobres, el ingreso por habitante llega a penas a mil 200. La diferencia del per cápita entre los países ricos y los pobres aumentó de once veces en 1870 a 38 veces en 1960 y 52 en 1985, así lo dice lo el Banco Mundial en su informe de 1995. Este es un ejemplo tangible del desarrollo económico de los últimos cincuenta años, el mismo que ha permitido que las 500 familias más ricas del mundo tengan una fortuna que asciende a los ingresos de 416 millones de personas de los países más pobres”, explica el autor.

La publicación revela también que con la crisis económica internacional del 2008, el 1% de la población mundial, representado por las personas más ricas, incrementaron su fortuna en 12%, sin embargo 40 millones de personas quedaron en condición de pobreza resultado del cierre de empleos y medios de subsistencia. “El 40% de la población mundial solo tiene el 5% de los ingresos del mundo y no es posible sostener a la sociedad en estas condiciones. Sin embargo debemos tener en cuenta que el modelo actual de desarrollo no se basa en el sistema político de las naciones y un ejemplo claro es China, que siendo un país comunista ha adoptado el paradigma económico de los Estados Unidos, de allí que hoy los chinos quieran vivir como ciudadanos norteamericanos, fenómeno que también sucede en la India”, indica Asalde Vives.

Con su investigación, el autor determinó que el planeta ha superado en 30% su capacidad de autoregenerarse, lo que quiere decir que para el año 2030 se necesitarán dos planetas Tierra para sostener la producción del mundo.  “Mil 200 millones de personas viven del día a día y carecen de servicios básicos como agua, no tienen acceso a la internet y mucho menos a la educación. La población mundial creció 3.6 veces en los últimos cien años, pero en los últimos 25 años el crecimiento poblacional en los países en vías de desarrollo fue del 95%. Mientras en Europa decrece la población y en Estados Unidos el crecimiento es del 1%, los países africanos quintuplican su número de habitantes cada 35 años generando así mayor uso de recursos naturales, mayor contaminación y mayor deterioro de los ecosistemas”, asevera.

El acto de presentación del libro de Lucio Asalde contó con la presencia de las autoridades de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, encabezadas por el rector Agustín Ramos García y recibió los comentarios y análisis de los doctores Yehude Simon Munaro, congresista de la República y ex presidente del Consejo de Ministros, y Juan Aguinaga Moreno, director de la Escuela de Post Grado de la casa superior de estudios.
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