Además de aburrido, sin filo programático y nada autocrítico, el Mensaje Presidencial y el balance del año en temas ambientales ha sido puro floro y cero balas. El ex–Ministro del Ambiente Ricardo Gisecke, en una entrevista para Otra Mirada, ha dicho sobre este tema que “estuvo muy enredado”.
Y no le falta razón ya que el presidente dijo que había que “diseñar e implementar un nuevo enfoque en el relacionamiento de las actividades extractivas con el ambiente, el aprovechamiento de los recursos naturales, la gestión equilibrada del territorio y el uso racional de los recursos hídricos” y que para lograr esta generalidad “es fundamental contar con una mejor normatividad que asegure la gobernabilidad ambiental, la modernización de los instrumentos de gestión, su adecuación a nuestra nueva realidad económica, social, cultural, y la fiscalización ambiental en todas las operaciones”.
No obstante, para las tribunas de adulones y la preocupación infundada de los capitostes del MEF, sus pilotos de bombardero y los dueños de Yanacocha & CIA dijo: “Propongo al Congreso de la República un Proyecto de Reforma Constitucional a fin de reconocer en la Constitución el Derecho fundamental al agua”. Es decir, un refrito, lo mismo que ya está en las constituciones de Ecuador y Bolivia, dos países hermanos que, junto con defender en el papel sus fuentes de agua, arrasan con estas fuentes mediante la continuación del modelo extractivista-exportador de nuevo cuño.
Puro floro en medio de una realidad en la que la Agenda Verde de 10 puntos que propuso y comenzó a impulsar la gestión de Salomón Lerner en base a la verdadera Gran Transformación y la Hoja de Ruta no ha sido cumplida en nada. (Dicho sea de paso, la Hoja de Ruta en temas ambientales no se contrapuso a la Gran Transformación).
Veamos el decálogo verde y qué se ha hecho al respecto:
1. Completar el MINAN:
No se ha completado como ordenaba su ley de creación, ni creado el Sistema Nacional de Evaluación de Impactos Ambientales (SNEIA) y el Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental (SINEFA).
2. Consulta previa:
El reglamento de la Ley aprobada por unanimidad en el Congreso en agosto del 2011, no ha sido aceptado por los pueblos indígenas y no ha estado basado en el respeto al diálogo, hacerla vinculante y la resolución de problemas “al toque”.
3. Descentralización ambiental: No se ha descentralizado el MINAM creando las Autoridades Ambientales Regionales (ARA) y tampoco se han firmando nuevos convenios con estas autoridades.
4. Ley forestal inconsulta: No se ha iniciado el proceso de “correr el cerco boscoso” - de 20 a 72 millones de hectáreas - y más bien está por aprobarse el reglamento de la Ley de Forestal y Fauna Silvestre, financiado por el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS), que seguirá con el arrasamiento de los bosques. Como dijo en su oportunidad Ricardo Giesecke: “la Ley Forestal se trata de una sopa con todos los ingredientes para un nuevo baguazo”.
5. El agua al MINAM:
Tal como exige la ley no se ha centralizado en el MINAM la rectoría del recurso agua, que sigue repartida entre los Ministerios de Agricultura (riego), Salud (calidad), Vivienda (uso doméstico), Producción (uso industrial) y Defensa (recursos marítimos, IMARPE).
6. Rectoría de los EIA:
No se ha centralizado en el MINAM los Estudios de Impacto Ambiental que siguen repartidos entre 14 instituciones del Estado y los gobiernos regionales y locales. Tampoco se ha revisado los actuales Límites Máximos Permisibles (LMP), adecuándolos a estándares internacionales.
7. Compartimentos estancos:
No se ha continuado la lucha contra la feudalidad y los compartimentos estancos en el MINAM, entre vice-ministerios, direcciones generales y organismos adscritos bajo principios de centralización de estrategias, coordinación de políticas y descentralización de acciones con evaluación periódicas y rendición de cuentas.
8. Combate a la minería informal/delicuencial:
No se ha impulsado la estrategia de las dos carretas: (1) desarrollo socio-productivo incluyendo “oro verde” con empadronamiento y formalización; y, (2) control policial con presencia de organismos del Estado en sus tres niveles – central, regional y municipal - y el concurso de las organizaciones de base. Más bien se le ha hecho concesiones a los “barones” de esta minería depredadora.
9. Ordenamiento de territorio:
No se ha discutido ni promulgado la Ley de Ordenamiento Territorial (OT), ni se ha continuado con los procesos participativos de Zonificación Ecológica-Económica (ZEE).
10. Línea verde internacional:
No se ha buscado y promovido sinergias entre las convenciones creadas en la Cumbre de la Tierra de Río 1992 - cambio climático, diversidad biológica y lucha contra la desertificación – y se ha abdicado respecto a tener una posición crítica sobre la “economía verde” que discutieron la transnacionales en Río +20.
En suma: la Pachamama (tierra, bosques y biodiversidad), la Yacumama (anaconda que cuida los ríos), la Cochamama (lagunas y bofedales) y la Jatuncochamama (el mar) seguirán molestas y agresivas con los seres humanos y sus culturas, en momentos en los que nos amenaza una Niña (frío) fuerte y un Niño (cálido) impredecible por el cambio climático.
El Presidente no ha mencionado ninguno de estos fenómenos. Por lo tanto peligra el Buen Vivir, el Buen Beber, el Buen Comer, el Buen Dormir y el Buen Gobierno. Lo único que interesa ahora es el “piloto automático” para garantizar las inversiones, pero, eso sí, con “inclusión social”.
Hugo Cabieses*
*Ex viceministro de Desarrollo Estratégico de los recursos naturales del MINAM
Otra Mirada
07 agosto 2012
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