En las últimas décadas muchos han sido los alcaldes que con su visión de desarrollo han emprendido obras de impacto en la ciudad, ya sea el ensanchamiento de calles que impulsó Arturo Castillo Chirinos o la construcción de nuevas arterias como la Vía de Evitamiento y la avenida Grau que hicieron realidad Miguel Ángel Bartra y Fernando Nobecilla Merino, respectivamente.
Sin embargo, ninguna de nuestras autoridades, incluida la actual, ha tomado con firmeza el proyecto más importante para Chiclayo, la construcción del drenaje pluvial que permita proteger la obra pública y mitigar la fuerza de la naturaleza.
Falta de decisión y proyección. Esas son las razones por las que el decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Jerry Ochoa Medina, considera que hasta el momento nuestra ciudad, tan añeja como moderna, carece de tan necesaria obra, cuya evocación no ha pasado de ser tema electoral y de somero tratamiento.
Pero además, el representante de la orden profesional considera que no ha existido voluntad de nuestros líderes locales por gestionar los recursos que se requieren para ejecutar el drenaje pluvial en la ciudad. “Digo gestionar porque Chiclayo, Lambayeque en su conjunto, tiene desventajas frente a otras regiones del país como Piura y La Libertad que sí cuentan con recursos para emprender un proyecto tan ambicioso como el que nosotros necesitamos. Ha faltado compromiso para hacerlo realidad”, lamenta Ochoa Medina.
Ausencia de las universidades
Componente que agrega el representante de los ingenieros es la pérdida del liderazgo académico y científico de las universidades locales, 10 en total. A decir de Jerry Ochoa, ninguna de ellas se ha preocupado por investigar y proponer las posibilidades de realización de la obra, que abarque el bloque urbano que conforman La Victoria, Chiclayo y José Leonardo Ortiz.
“En Piura, por ejemplo, la universidad, los gobiernos locales de Piura y Sullana, así como el Colegio de Ingenieros iniciaron un trabajo coordinado para ejecutar el drenaje pluvial y si bien no lo tienen concluido, por lo menos han mostrado avances como la construcción de una vía canal y trabajos en las zonas más vulnerables. No olvidemos que Piura, al igual que nosotros, sufre mucho en la temporada de lluvias y más aún cuando se presenta el Fenómeno El Niño”, explica.
La vecina región también ha desarrollado una estrategia de Alerta Temprana, consistente en advertir con días de anticipación el caudal de los ríos, crecidas, posibilidades de desborde y zonas donde se requiere trabajo preventivo.
“Es un sistema hidrométrico automatizado que permite calcular los daños que puede generar una inundación en la ciudad de Piura. Esto permite, por ejemplo, que con 48 horas de anticipación se pueda declarar en emergencia la ciudad y hasta evacuar a la población”, señala el ingeniero.
“Da pena señalar que en Lambayeque las universidades han renunciado a su compromiso con la región, con la investigación que sirva de aporte al desarrollo social y económico. Basta con preguntarnos cuántos proyectos nacidos en las universidades han aplicado para beneficio de la colectividad local para saber que o son pocos o no existen. Es irresponsable que Chiclayo siga sin drenaje pluvial”, asevera Jerry Ochoa, añadiendo que las casas superiores de estudios sí tienen las herramientas y laboratorios necesarios para elaborar propuestas de ingeniería que ayuden a reducir los impactos del Fenómeno El Niño.
“Fácilmente han podido diseñar dos modelos hidráulicos, uno para el puente Eten y otro para el puente Reque, propuestas que hubieran ayudado a solucionar las complicaciones que se tienen en ambos viaductos cada vez que se incrementa el caudal del río Reque. La investigación la deben hacer las universidades y no lo hacen, tanto en el tema hidráulico como en el agrícola”, refiere.
Proyecto incompleto
La comuna provincial de Chiclayo ha anunciado que ya cuenta con el presupuesto aproximado de 33 millones de soles que trasferirá el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento para la renovación de las redes de agua y alcantarillado en el centro de la ciudad. Sin embargo, lejos de aprovecharse la oportunidad para implementar el drenaje pluvial, el proyecto omite este aspecto que resulta urgente.
En palabras de Jerry Ochoa este asunto resulta penoso, toda vez que el área técnica de la comuna en ningún momento convocó la participación del Colegio de Ingenieros y mucho menos de las universidades para recibir las recomendaciones u alcances de cómo perfeccionar el proyecto, lo que finalmente hubiera permitido integrar a la obra de agua y desagüe la construcción del drenaje pluvial.
“Lo que vemos es una disminución de las relaciones entre la sociedad civil, el gobierno provincial de Chiclayo y el Gobierno Regional de Lambayeque. Desde hace poco más de cinco años se generó un divorcio entre los colegios profesionales y la comuna, resultando un severo perjuicio a la ciudad, porque todas las obras ejecutadas han carecido del aval técnico de quienes también pueden contribuir en su perfeccionamiento. Diferente hubiera sido la suerte si en este proyecto aprobado por el Ministerio de Vivienda se incluía el drenaje pluvial. Es una pena que el alcalde no convoque. Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma es incapaz de ir en su búsqueda”, enfatiza.
“Personalmente he ido a hablar hasta en cuatro oportunidades con el alcalde y sus técnicos del área de obras, pero es como si se dialogara con una pared que no hace caso. Nuestra intención no es política, nos preocupamos porque somos chiclayanos, porque vivimos a diario la problemática de la ciudad, pero además, porque es nuestra obligación como colegio profesional”, añade Ochoa Medina.
Necesidad de planificar
Por otro lado, en referencia a la inseguridad que afecta a la población local, el decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque advierte la necesidad de tomar las previsiones suficientes a fin de evitar que la ejecución del proyecto de renovación de las redes de agua y alcantarillado que durará dos años se convierta en el escenario perfecto para el incremento de la delincuencia.
“Imagínense que en pleno centro de la ciudad los vándalos infiltrados en construcción civil desaten la violencia, extorsionen o se agarren a balazos como lo hacen en otras obras. Sería catastrófico que eso suceda en Chiclayo y si no se toman medidas desde ahora, la situación sencillamente se nos escapara de las manos”, afirma, tomando como ejemplo lo que viene sucediendo en la ciudad de Lambayeque, donde además no existió planificación en la ejecución de los trabajos.
Drenaje urbano
Las normas técnicas, a lo que se suma la experiencia, señalan claramente que las aguas acumuladas en el pavimento no deben ser ingresadas a los colectores de desagüe porque ello origina que, por falta de capacidad, deterioro y poco mantenimiento, éstos colapsen, provocando que las aguas servidas afloren a la superficie poniendo en vilo la salud pública. Claro está, esto es lo que se hace actualmente en Chiclayo.
“Urgen acciones de mitigación y parte de ello se complica por una razón que, aunque sencilla, resulta importante. Chiclayo carece de parques y éstos son, en períodos de lluvia, espacios estratégicos para la acumulación de las aguas tras la eliminación de aniegos. La municipalidad hace mal al permitir que las nuevas habilitaciones urbanas (urbanizaciones), reduzcan sus áreas destinadas a la recreación, que según la norma nacional debe ser equivalente al 8% del total construido”, explica.
Jerry Ochoa, añade que Chiclayo, por sus características topográficas, no es una ciudad que presenta ventajas para el drenaje pluvial, en principio porque el terreno es plano y no inclinado, y segundo porque existen cuencas ciegas, es decir áreas urbanas ubicadas en espacios que se encuentran bajo el nivel de la superficie general, esto porque antes fueron campos destinados al cultivo del arroz.
“Estamos rodeados de canales (acequias Coix, Yortuque y Pulén) que delimitan la ciudad y forman cuencas ciegas, que son áreas vulnerables en tiempos de lluvias. Drenar el agua hacia los canales, sencillamente no es buena idea. Cuencas ciegas son por ejemplo, la urbanización La Purísima, que tiene la Vía de Evitamiento por encima de su nivel; la urbanización Bancarios, que está en menor altura que la avenida Pacífico; la urbanización Miraflores, delimitada por la Panamericana Norte, y así muchos otros lugares de la ciudad en los que se necesita realizar trabajos preventivos desde ya”, indica el decano del Colegio de Ingenieros.
Propuestas de prevención
En coordinación con el Ministerio de Agricultura, la orden profesional está proponiendo que como obra de mitigación ante una posible inundación urbana, se revista de concreto el Canal Chiclayo, en su tramo repartidor desde Chilapito hasta el ingreso a la ciudad, a fin de permitir que el incremento de su caudal en temporada de lluvias no genere desbordes, perjudicando a la zona este.
“Ya en el año 98 se originaron serias complicaciones con este canal que se desbordó al recibir el exceso de agua acumulada en el reservorio de Tinajones. ¿Para qué esperar una desgracia similar si podemos evitarla?”, cuestiona.
En relación a la vía canal de la Avenida Chiclayo, Ochoa Medina reafirma los cuestionamiento técnicos que el Colegio de Ingenieros ha planteado a la obra que aún está en proceso constructivo, toda vez que desviar hacia él las aguas de las lluvias no resultaría del todo efectivo, en razón que las ventilas de escape que se han implementado son de apenas 50 centímetros.
“En 1998 hubo una intensidad de lluvia de 15 metros cúbicos por segundo, es decir la ciudad recibió 900 mil litros de agua por minuto. La lluvia duró cuatro horas. Evacuar la misma cantidad de agua por la vía canal de la Avenida Chiclayo sería imposible, porque las ventilas no tienen esa capacidad. Hoy sabemos que el proyecto inicial se ha ido modificando. El canal Chiclayo, que alimenta todas las acequias que pasan por la ciudad, transporta ocho cubos de agua por segundo, quiere decir que en un Fenómeno El Niño la vía canal tendría que soportar el doble de ese caudal, lo que sencillamente no sería posible”, expone Ochoa Medina, precisando que en la intersección de la prolongación Lora y Lora y la Avenida Chiclayo se presentarán serias complicaciones.
Semanario Expresión
19 abril 2012
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