El pasado día 6 fueron declaradas en “emergencia sanitaria” –por 180 días– las localidades de las cuencas de los ríos Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañon debido a que sus aguas superan los límites permitidos de contaminación para el consumo humano de los pobladores indígenas Achuar, Quichua y Urarina, afectando sus tierras de cultivo, matando peces en los ríos y ahuyentando animales del lugar, y según la misma Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) “representa un riesgo elevado para la salud y la vida”.
En setiembre 2012 el Ministerio de Salud, a través de la Dirección Ambiental (Digesa), determinó que el 66.21% de niños supera altamente el límite establecido de plomo en la sangre con riesgos de afectar el sistema nervioso y daños al cerebro, y el 99.2% de adultos, además de plomo, también registra cadmio, con riesgos de cáncer pulmonar, enfermedades del corazón y riñón.
Para el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal “es consecuencia de la contaminación generada por el aprovechamiento productivo sin control del Estado practicado en dichas localidades” pero no ha querido especificar que ésta se produce desde hace 44 años por la explotación petrolera del lote 1-AB ubicado en el distrito de Andoas en Marañón-Loreto, el primero en ser explotado en la Amazonía con una extensión de 479,265 hectáreas (4,793 Km2).
Inicialmente desde 1970 hasta el 2000 fue concesionado a la Occidental Petroleum Corporation (Oxy), empresa que realizó prácticas contaminantes destructivas, traspasando dicha concesión el 2001 a la empresa argentina Pluspetrol Norte que ha continuado contaminando, lo cual ha sido corroborado por grupos congresales, evaluaciones, informes y monitoreos.
Según información oficial de los programas de monitoreo ambiental indígena de FECONACO, en los lotes 1AB y 8 se han identificado 119 derrames de petróleo en los últimos 5 años, pero Increíblemente Pluspetrol no ha implementado el sistema de reparación y mantenimiento de ductos, a lo cual se comprometió el 2001 al adquirir la concesión.
Recordemos que el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, el 17 de junio de 2012 aseguró un plan integral de salud para las 4 cuencas, y con el gobierno regional de Loreto firmó 23 compromisos que iban desde el financiamiento de una evaluación ambiental internacional del territorio afectado, hasta un estudio toxicológico y epidemiológico para la población, lo cual no se ha cumplido y debería realizarse prioritariamente durante esta emergencia sanitaria.
Y ahora, además de la “emergencia sanitaria” declarada el pasado día 6 en las cuencas amazónicas, pocos días después (el pasado día 17), por la contaminación petrolera, el gobierno se ha visto obligado a declarar en “emergencia ambiental” la cuenca del Marañón, por existir un riesgo significativo para la vida, la salud de la población y el ambiente, a un área que involucra a 17 comunidades indígenas, 7 de las cuales son parte de la Reserva Nacional Pacaya Samiria y su zona de amortiguamiento.
Expreso
En setiembre 2012 el Ministerio de Salud, a través de la Dirección Ambiental (Digesa), determinó que el 66.21% de niños supera altamente el límite establecido de plomo en la sangre con riesgos de afectar el sistema nervioso y daños al cerebro, y el 99.2% de adultos, además de plomo, también registra cadmio, con riesgos de cáncer pulmonar, enfermedades del corazón y riñón.
Para el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal “es consecuencia de la contaminación generada por el aprovechamiento productivo sin control del Estado practicado en dichas localidades” pero no ha querido especificar que ésta se produce desde hace 44 años por la explotación petrolera del lote 1-AB ubicado en el distrito de Andoas en Marañón-Loreto, el primero en ser explotado en la Amazonía con una extensión de 479,265 hectáreas (4,793 Km2).
Inicialmente desde 1970 hasta el 2000 fue concesionado a la Occidental Petroleum Corporation (Oxy), empresa que realizó prácticas contaminantes destructivas, traspasando dicha concesión el 2001 a la empresa argentina Pluspetrol Norte que ha continuado contaminando, lo cual ha sido corroborado por grupos congresales, evaluaciones, informes y monitoreos.
Según información oficial de los programas de monitoreo ambiental indígena de FECONACO, en los lotes 1AB y 8 se han identificado 119 derrames de petróleo en los últimos 5 años, pero Increíblemente Pluspetrol no ha implementado el sistema de reparación y mantenimiento de ductos, a lo cual se comprometió el 2001 al adquirir la concesión.
Recordemos que el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, el 17 de junio de 2012 aseguró un plan integral de salud para las 4 cuencas, y con el gobierno regional de Loreto firmó 23 compromisos que iban desde el financiamiento de una evaluación ambiental internacional del territorio afectado, hasta un estudio toxicológico y epidemiológico para la población, lo cual no se ha cumplido y debería realizarse prioritariamente durante esta emergencia sanitaria.
Y ahora, además de la “emergencia sanitaria” declarada el pasado día 6 en las cuencas amazónicas, pocos días después (el pasado día 17), por la contaminación petrolera, el gobierno se ha visto obligado a declarar en “emergencia ambiental” la cuenca del Marañón, por existir un riesgo significativo para la vida, la salud de la población y el ambiente, a un área que involucra a 17 comunidades indígenas, 7 de las cuales son parte de la Reserva Nacional Pacaya Samiria y su zona de amortiguamiento.
Expreso
No hay comentarios:
Publicar un comentario