A lo largo de diez años, el proyecto arqueológico San José de Moro ha estudiado las zonas de San Ildefonso y Cerro Chepén, Huaca Partida y Pacanga Vieja, en Lambayeque, revelando escenas de sacrificios humanos de hace más de mil quinientos años.
En este trabajo se han encontrado tumbas funerarias femeninas que demuestran el poder de las mujeres en la sociedad moche. Esta y otras revelaciones trae el libro San José de Moro y la arqueología del valle del Jequetepeque, de Luis Jaime Castillo.
También una gran cantidad de material wari que demuestra su relación entre esta cultura del sur y los mochicas, así como un trabajo sobre la dieta de los pobladores originarios. Las conclusiones son posibles gracias a la gran riqueza en la zona de restos óseos, cerámica, orfebrería, textiles, entre otros.
"Es un libro amistoso, que busca prescindir del argot del arqueólogo", explica el autor, quien asimismo revela que primero se pensó en las imágenes y luego en el texto. Y es que el libro, en un formato cómodo y edición bilingüe, apunta a un mercado masivo.
La iniciativa San José de Moro se inició poco tiempo después de la de Sipán, casi en paralelo con El Brujo. Los tres proyectos del norte guardan una preocupación por el progreso de la comunidad, como relata el libro. "Nos hemos comprometido con la población para un desarrollo sostenible. Por ejemplo, hemos organizado en la comunidad un taller de reproducción de cerámica moche, trabajada con las mismas técnicas prehispánicas", aclara el arqueólogo.
Además de las consecuencias positivas para el turismo, estas reproducciones se están exportando. "Esperamos ver cómo esto contribuye a las comunidades, pero también entendemos que es la mejor forma que la población se comprometa con el sitio histórico y lo preserve", agrega Castillo. Por otro lado, en el año 2000 se comenzó a construir un Sistema Modular de Museos alrededor de puntos estratégicos de la localidad con la idea de transformarla en una comunidad museo. Más alcances masificados gracias a la valiosa publicación.
Sobre la política de retorno de nuestras piezas patrimoniales, Castillo afirma que sería más conveniente un intercambio temporal con patrimonio de otros países. "Tenemos una posibilidad única para que los museos del mundo reconozcan que exhiben piezas peruanas, que son propiedad del Perú. Sin embargo, ¿dónde las vamos a mostrar en nuestro país?", reflexiona.
Ante ello, el arqueólogo prefiere que, luego del reconocimiento, se hagan trueques temporales. "Las piezas peruanas deben poder venir a exhibiciones temporales, pero es más interesante que lleguen de visita objetos de otros países, por ejemplo, una colección de cuadros expresionistas, que acá no tenemos", concluye.
Andina
06 septiembre 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
También una gran cantidad de material wari que demuestra su relación entre esta cultura del sur y los mochicas, así como un trabajo sobre la dieta de los pobladores originarios. Las conclusiones son posibles gracias a la gran riqueza en la zona de restos óseos, cerámica, orfebrería, textiles, entre otros.
Publicar un comentario